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Reportaje:

El humor catalán de Oscar Wilde

El teatro Gaudí ofrece 'La importància de ser Frank', ausente de la cartelera barcelonesa desde hace 12 años

Oscar Wilde (Dublín, 1854-París, 1900) supo reflejar como pocos las apariencias que dominaron muchos ámbitos de la sociedad inglesa de finales del XIX. Donde sin duda mejor reflejó las encorsetadas hipocresías de la sociedad victoriana fue en La importancia de llamarse Ernesto, única comedia que escribió y que tiene la fama de ser la obra más conocida y cómica del autor de El retrato de Dorian Gray. Ayuda a ello el espectáculo coral de enredos, pretendientes y dobles personalidades, donde nadie es quien dice ser, que reina en la pieza.

Estrenada en Londres en 1895 y por vez primera en España en 1919, vuelve a la cartelera teatral de Barcelona, después de 12 años de ausencia, de la mano de Iván Campillo, que ha traducido, adaptado y dirigido la obra, que en catalán lleva el título de La importància de ser Frank para mantener el equívoco con la palabra franc (sincero), a semejanza del original, The importance of being Earnest, en el que se juega con el nombre de Ernest y el adjetivo earnest, serio.

Colección de aforismos

"Es un texto fantástico que hace una crítica ácida pero muy divertida y que sigue vigente hoy en día porque se pueden establecer claramente nexos entre la sátira que se realiza de esa sociedad victoriana y la actual y su preocupación por lo políticamente correcto", explica Campillo.

"No queríamos que nuestro montaje se volviera una colección de frases célebres de Oscar Wilde, por eso he adaptado el texto pensando en el ritmo y en el público de ahora", asegura el director del espectáculo, pensando en el sinfín de frases que, a manera de aforismos, pueblan el diálogo dela obra. De esta pieza, por ejemplo, proviene una de las más conocidas: "No hay nada más peligroso que ser demasiado moderno: de repente puedes quedar pasado de moda".

Quizá porque cuando se estrenó esta obra Wilde intuía que estaba a apenas tres meses de ser detenido por su relación homoseuxl, son constantes los juegos entre la trivialidad y los episodios más serios de la vida. "Para mí el humor inglés y el humor catalán son muy similares. Prueba de ello es que las series de humor británicas han tenido siempre una mejor recepción en Cataluña", explica Campillo, que incluso ve en Wilde a un precursor de las actuales exitosas sitcoms anglosajonas.

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Campillo sitúa la acción en un escenario rodeado por el público, como si fuera un cuadrilátero de boxeo, donde los espectadores observan cómo los protagonistas cambian una y otra vez su comportamiento, según lo hace una escenografía bastante minimalista, con pocos elementos.

Los protagonistas son Miquel Agell (Algernon Moncrieff), Ferran Castells (Lady Bracknell y criado) Clara Galí (Cecily Cardew), Laura Sancho (Gwendolen Fairfax) e Iván Campillo, que además de dirigir da vida sobre el escenario a John Worthing. La obra podrá verse en la sala barcelonesa hasta el 2 de octubre.

Calra Galí (izquierda), Miquel Agell y Montse Sagués, en un momento de la obra.
Calra Galí (izquierda), Miquel Agell y Montse Sagués, en un momento de la obra.ROBERT MARTEX

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