Emoción extrema

Imperecedero, sobrecogedor y hermoso, además de bailado con solemnidad es el estilo que exhibe la Martha Graham Dance Company, el grupo que lleva el nombre de su fundadora, la mujer nacida en 1894, considerada la madre de la danza moderna, o mejor dicho, contemporánea, como le gustaba decir a Graham. Era la primera vez que esta emblemática compañía actuaba en el Liceo. El respeto y la admiración flotaban en el ambiente.

El grupo había bailado en Barcelona en el Grec de 1986, entonces la mítica coreógrafa viajó con la compañía. Tuve la suerte de hablar con ella (tenía 92 años). Al despedirnos me estrechó con fuerza la mano, ya deformada por la artrosis; jamás olvidaré su mirada llena de luz y talento. La misma genial mirada que alumbra el trabajo de sus discípulos, logrando que el estilo Graham siga de actualidad.

A lo largo de la función del Liceo resulta aleccionador para el espectador entendido ver en el baile de la compañía el embrión de los estilos que posteriormente han desarrollado coreógrafos de la talla de Kirí Jylián, Sasha Waltz y Robert Cohan por citar a tres.

El programa formado por cuatro obras, que al inicio de la velada una persona de la Martha Graham Company salió al escenario para explicar, no ha sufrido el paso del tiempo; su modernidad es indiscutible. Hay que destacar que el vestuario de todas las coreografías son diseños de Graham, y lo más importante es que sus intérpretes tienen una calidad de baile y una presencia escénica que los convierte en sacerdotes del movimiento. Los bailarines de Martha Graham se mueven como atletas de Dios.

La función se inició con Errand Into the Maze (1947) con música de Gian Carlo Menotti y escenografía del escultor Isamu Noguchi, un interesante dúo que reflexiona sobre el miedo humano.

Diversion of Angels (1948) es una pasional obra sobre las distintas etapas del amor con música de Norman Dello Joio. En ella se puede apreciar en toda su brillantez el más puro estilo Graham. Los brazos quebrados, su gesto amplio y la importancia del movimiento del torso, así como la religiosidad que emana de su baile, plasman el paisaje del alma de ser humano.

Embattled Garden (1958) es una original pieza con música del compositor barcelonés de nacionalidad estadounidense Carlos Suriñach. Es un trabajo con un claro acento español; es una pieza colorista. Isamu Noguchi sitúa a los protagonistas en un abstracto jardín del Edén.

La función finalizó con Chronicle (1936), una intensa coreografía de Graham sobre la Guerra Civil española que creó en 1936. La pieza, dividida en tres partes, se inicia con un magnífico solo en que una bailarina ejecuta una desoladora danza. Luego toda la compañía realiza una danza marcial. El grupo que está formado únicamente por el elenco femenino emociona con su baile impulsado por la rebeldía. Las bellas y sobrecogedoras imágenes se insertan en la marcial música del estadounidense Wallingfor Riegger. Energía, vitalidad y pasión esculpen el expresivo baile.