_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Los 70 de Roberto

Cuando tenía seis años, mi mamá compró el single de Like a rolling stone (single era un disco de vinilo pequeñito donde solo había una canción de cada lado), y flipé por completo.

A pesar de mi corta edad, ya estaba acostumbrado a oír discos con atención (me habían regalado un par de los Beatles, uno de los Rolling Stones y todos los de María Elena Walsh, cantante y compositora argentina que marcó varias generaciones).

El efecto de la voz desgarrada de Bob me estremecía y casi retorcía mi pequeño y escuálido cuerpecito. Y el órgano de Al Kooper se me estampó en el cerebro y todavía, después de 45 años, no me lo he podido quitar.

Después me adentré en Another side, Freewheeling, Bringing it all back home, Blonde on blonde, The basement tapes con The Band, Blood on the tracks, que me fueron acompañando como banda sonora de mi infancia, pubertad y adolescencia.

Y lo siguen haciendo.

Ahora estoy metido en un proyecto que me tiene apasionado: un álbum de canciones de Dylan cantadas en español. Con los cantantes y grupos adaptando personalmente las letras. Ya he grabado a Bunbury haciendo Just like a woman, a M-Clan con Like a rolling stone, Silvio Rodríguez con una brutal versión de Blowing in the wind, y yo estoy haciendo mi favorita del de Minnesota, My back pages, que he adaptado con Benjamín Prado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

A Mr. Zimmerman le ha encantado la idea y nos ha dado su bendición y apoyo. ¡Espero terminarlo pronto y compartirlo con el público!

Todavía conservo ese single. Con esa etiqueta naranja de CBS. Es como un tesoro.

Soy de los que piensan que el Olimpo está ocupado por Beatles, Stones y Dylan. Hay muchísimos grandes talentos que me encantan y me han marcado y emocionado, pero creo que nadie ha llegado a la altura de esta Santísima Trinidad.

En el nombre de John, de Keith y de Bob.

Amén.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_