_
_
_
_
_
Elecciones municipales

CiU se hará con el control de las cuatro diputaciones provinciales por primera vez

Convergència i Unió (CiU) puede consolidar su torbellino electoral ganador haciéndose con las presidencias de las diputaciones de Barcelona, Girona y Lleida, además de mantener la de Tarragona, que actualmente ya gobierna. Para gobernar la institución barcelonesa, los nacionalistas necesitarán el apoyo del Partido Popular (PP), que es la tercera fuerza, mientras que en las otras tres provincias ya pueden respirar tranquilos, porque en todas han obtenido mayoría absoluta.

La coalición nacionalista ha dado un golpe de efecto especialmente en la Diputación de Barcelona, tradicionalmente feudo de los socialistas, gracias a la hegemonía que mantenían en las grandes ciudades y en las comarcas de más población, como el Baix Llobregat y el Vallès. De hecho, en esta administración provincial los resultados de CiU no han mejorado notablemente, solo han crecido en 40.000 votos, pero sí ha aumentado el número de diputados, de 16 a 20. Pero la clave está en el declive del Partit dels Socialistes (PSC), que ha perdido 150.000 votos en toda la provincia y ha pasado de 25 diputados a 19. A pesar de ello, los socialistas siguen siendo la fuerza más votada de la provincia, pero la victoria de CiU en la capital catalana y en las comarcas centrales ha sido clave para dar el vuelco. La aritmética de los pactos apunta a un posible pacto entre CiU y el PP, que sumarían 26 diputados y obtendrían la mayoría absoluta, frente a los 25 diputados que suman el PSC, Iniciativa (ICV-EUiA) y Esquerra Republicana (ERC).

En Girona, Lleida y Tarragona los nacionalistas tienen mayoría absoluta

La pérdida de la Diputación de Barcelona asestará un duro golpe al PSC, ya que esta institución ha estado en manos socialistas desde 1980. Actualmente está presidida por Antoni Fogué, que en 2008 sustituyó en el cargo a Celestino Corbacho.

En la Diputación de Girona CiU ha vuelto a imponerse, pero en esta ocasión ha obtenido la mayoría absoluta, con 15 diputados, frente a los siete del PSC y los cinco de ERC. En 2007 los nacionalistas también fueron la fuerza más votada en la provincia, pero un pacto entre socialistas e independentistas arrebató a CiU la presidencia, que pasó a manos del republicano Enric Vilert.

En Girona el apoyo a los nacionalistas se ha estancado respecto a 2007 y solo han obtenido 5.000 votos más. Pero, igual que en el caso de Barcelona, la clave está en el hundimiento de los partidos de izquierdas, socialistas y republicanos, que pierden 20.000 y 12.000 votos, respectivamente.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El patrón de Girona se repite en Lleida, donde CiU también ha conseguido mayoría absoluta, con 13 diputados. Allí los nacionalistas también fueron el partido ganador hace cuatro años, pero un pacto entre el PSC y ERC sentó en la silla presidencial a Jaume Gilabert (ERC). El pasado domingo CiU consiguió duplicar el número de diputados de los socialistas, que baja de 10 a siete. El arco provincial lo completan ERC y el PP, con dos representantes cada uno, y Convergència Democràtica Aranesa, que consiguió un diputado.

La Diputación de Tarragona, presidida por Josep Poblet, es la única que CiU había conseguido gobernar, a pesar de estar en casi un empate técnico con el PSC (separados por 3.000 votos en 2007). Pero las distancias entre los dos partidos han aumentado notablemente y CiU llega a los 14 diputados al ganar dos representantes, el mismo número que pierden los socialistas, que bajan a nueve diputados.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_