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"¿Dónde está Mas?"

200 personas abuchean al presidente, que llega 48 minutos tarde - Ortega, la única consejera que sigue todo el debate

Àngels Piñol

La hora del debate sobre la independencia se acercaba y las cámaras se apostaron ante el Parlament a la espera de la llegada de Artur Mas. Delante, unas 200 personas, vigiladas por decenas de mossos, abucheaban a los diputados con gritos de "¡botiflers!" -no se escapó ni Joan Laporta- y, en especial, aguardaban al presidente de la Generalitat. Ni rastro de él. Ni de él ni del resto del Gobierno en el hemiciclo. Mientras Toni Strubell subía al atril, solo estaban en la bancada del Gobierno el consejero de Interior, Felip Puig, y la vicepresidenta, Joana Ortega, el único miembro del Ejecutivo que siguió las dos horas de debate.

"¿Dónde está Mas? ¿Qué está haciendo?", se les preguntaba a sus asesores ante la sorpresa de su retraso, después de que Mas alardeara de haber votado en las consultas. Cara de póquer: no daban razón de él. Mientras, los independentistas, con banderas estelades, exhibían pancartas con el lema 68 diputados = independencia, y otras más pequeñas en las que se leía "somos una nación, adiós España" o "el Parlamento se ha acojonado". Mas suele ser puntual, pasaron 30 minutos y no quedó duda de que su demora no era casual.

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Un portavoz del colectivo leyó la proposición de ley, celebrada con cánticos independentistas. A la particular acampada no le faltó de nada: ni la actriz porno María Lapiedra, que hizo top-less tocada con una barretina y con una estelada por capa, y Jimmy Jump, que no se pierde ni una. Los decibelios, sin embargo, subieron con un par de tracas cuando miembros de CC OO aparecieron con pancartas relativas al posible cierre de Yamaha en las que se veía a un Mas motorista pensando en un billete.

El debate estaba más animado en la calle que en el hemiciclo y a las 17.18 -con 48 minutos de retraso- llegó Mas, que salió como una flecha del coche, sin que los manifestantes casi le vieran. Como pasó en el hemiciclo, donde apareció para votar, ante la indiferencia de los diputados. Fuentes de Presidencia alegaron que a Mas se le alargó la comida y que luego tenía reuniones como otros días El debate acabó y la tensión subió. El consejero de Territorio, Lluís Recoder, fue increpado y protegido por los mossos y un manifestante preguntó a voz en grito: "¿Dónde está Mas, merendando?".

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