Astorga, la chocolatera

Dos figuras de aluminio (originalmente eran de madera), Juan Zancuda y Colasa, también llamados el maragato y la maragata, dan las horas en el ayuntamiento de Astorga golpeando con la maza contra la campana. Es un espectáculo que encanta a los niños, a quienes también conviene enseñarles otra figura, la del arriero maragato Pedro Mato, que destaca a modo de giraldillo sobre un pináculo de la catedral. Tres figuras que marcan la imagen de Astorga, punto clave del Camino de Santiago y destino de la Vía de la Plata. La ciudad, de 12.000 habitantes, fue creada hace dos mil años por Augusto como capital de los astures, y ofrece una buena lista de atractivos artísticos y gastronómicos (entre los que se cuentan sus famosísimas mantecadas, que se pueden adquirir en numerosos establecimientos).

01 La ciudad romana

Astúrica Augusta mantiene buena parte de sus murallas de origen romano. Bajo los edificios del centro se hallan los restos de termas, basílicas, el foro... Por conservar, Astorga conserva incluso las cloacas romanas, que han sido utilizadas hasta el siglo XX. Hay un Museo Romano, en el que se repasan la vida local de hace 2.000 años. El museo forma parte de la espectacular Ergástula, galería abovedada de unos 50 metros y uno de los restos monumentales del foro (hay estudiosos que sostienen que este edificio subterráneo que fue cárcel no era originalmente una estancia para esclavos sino un horreum publicum donde guardar el grano).

02 La catedral

La catedral actual, del siglo XV, se debe en buena parte a Rodrigo Gil de Hontañón. Tiene tres naves y planta basilical. Entre los elementos de interés, el viajero debe detenerse ante dos joyas, una renacentista y otra barroca. El retablo está considerado como la mejor obra de Gaspar Becerra, y merece la pena observar con tiempo los relieves de la predela y la monumental Asunción de la Virgen. En el exterior, hay que reparar en la portada occidental, obra cumbre del barroco leonés.

03 Palacio de Gaudí

Es uno de los edificios más famosos del Camino de Santiago y la obra más destacada de Antonio Gaudí fuera de Cataluña. Iniciado en 1889, de líneas neogóticas, es un palacio de aire medieval en el que el arquitecto catalán realizó innovaciones brillantes, como las arcadas abocinadas del acceso principal o los capiteles estrellados. Las cuatro torres cilíndricas coronadas por chapiteles le dan un aire romántico. Especialmente lograda es la resolución de las fuentes de luz, sobre todo en el comedor y la capilla.

04 Arquitectura rural

En los alrededores de Astorga hay pueblos de la comarca de la Maragatería que han tenido el buen criterio de mantener su fisonomía tradicional. Castrillo de los Polvazares es una pedanía ubicada a seis kilómetros al oeste de la ciudad, un enclave extraordinario de arquitectura popular. En sus calles empedradas se alinean casas agrícolas y arrieras, con sus grandes puertas carretales y patios interiores donde se ubicaban los almacenes, cuadras y viviendas de los propietarios. Hoy, Castrillo es una cita muy recomendable, además, por la gastronomía, pues cuenta con una decena de restaurantes donde el cocido maragato es la estrella.

05 Museo del Chocolate

Se dice que Hernán Cortés fue el primer europeo que probó el chocolate. Envió semillas de cacao al marqués de Astorga, en el siglo XVI. Fue el precursor de un maridaje de Astorga con este producto: en el siglo XVIII ya tenía ocho artesanos chocolateros, según el catastro del marqués de la Ensenada. En los inicios del siglo XX hubo hasta 50 fábricas de chocolate. Hoy quedan cinco. La ciudad posee un coqueto Museo del Chocolate que pasa por ser uno de los mejores en su género, con una esmerada colección de cartelería y litografías: bellos calendarios y carteles publicitarios de los chocolateros de inicios del siglo XX. En el museo se puede adquirir chocolate de los artesanos locales.

06 Gastronomía

La ciudad cuenta con una singular oferta gastronómica y excelentes materias primas. No se olviden de comprar cecina. Las carnes suelen ser estupendas, pero se cocina también buen pescado. Astorga siempre fue parada de los transportes que llevaban a Madrid el pescado y marisco gallegos. Hay restaurantes interesantes: Gaudí, La Peseta, Serrano, Las Termas y Casa Maragata (estos dos últimos, con buen cocido).

Rodean a Astorga tres zonas de destacables recursos culinarios. En la comarca de la Maragatería, Cuca la Vaina (Castrillo de los Polvazares) y La Lechería (en Val de San Lorenzo, un pueblo cuya tradición textil se está actualizando y que ofrece en sus tiendas y talleres desde mantas hasta calcetines o chaquetas ideales para afrontar el frío de los inviernos leoneses). En el valle del Órbigo, destacan las sopas de truchas de La Encomienda (Hospital de Órbigo), así como la repostería de Santa Cecilia (Benavides de Órbigo), donde la estrella es la tarta de hojaldre. En La Cepeda, al norte de Astorga, lo más recomendable es el restaurante Los Cenadores de La Cepeda, en el cámping Reino de León (Villamejil), con magnífico asado de cordero, berenjena con miel y postres caseros.