Papandreu baraja un adelanto electoral si pierde las municipales
El gobernante griego afronta la votación local de mañana como un referéndum
Después de haber sacado a su país de una inminente bancarrota gracias a la inyección de 110.000 millones de euros de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional, el socialista Yorgos Papandreu afronta las elecciones municipales y regionales de mañana como un referéndum sobre su gestión al frente del Gobierno griego. "Si los que se oponen a las reformas dicen 'basta ya' en las urnas no tendré otro remedio que someterme al veredicto del pueblo", ha advertido Papandreu en declaraciones publicadas en la última edición del semanario italiano Panorama.
La amenaza de convocar elecciones anticipadas en diciembre si los socialistas sufren un "resultado electoral negativo" se produce en medio del creciente malestar social por el recorte de los salarios de los trabajadores del sector público, impuesto dentro de un amplio paquete de medidas de austeridad, y del aumento de la inmigración irregular, que ha obligado a Atenas a pedir ayuda a la UE; desde el martes, una patrulla terrestre de la Frontex vigila la frontera greco-turca. Un portavoz gubernamental consultado ayer por la agencia Reuters evitó precisar el porcentaje exacto de caída en las urnas que conduciría al adelanto electoral.
Las últimas encuestas publicadas en Grecia reflejan el retroceso del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) ante los comicios locales, cuya primera vuelta se celebra este domingo y que irán seguidos de una segunda ronda de votaciones el día 14. Papandreu se encuentra ahora en su cota de popularidad más baja (con apenas un 23% de aprobación), según un sondeo de la cadena de televisión Mega.
Las especulaciones sobre una convocatoria de elecciones anticipadas han provocado un clima de inestabilidad en los mercados griegos. "¿Qué es más inestable, un Gobierno que no puede aplicar las reformas o un Gobierno con mandato popular para hacer los cambios?", puntualiza Papandreu en sus declaraciones a la revista Panorama. "Las elecciones pueden representar una luz verde para nuestro programa. Los griegos deben decidir si están dispuestos a seguirme", agrega el primer ministro.
"Papandreu afronta una crisis de legitimidad: las medidas de ajuste que ha impuesto difieren mucho de sus promesas electorales [del año pasado]", argumenta el columnista del diario Kathimerini Costas Yordanidis. Los analistas políticos griegos consideran que muchos de los votantes tradicionales del Pasok, decepcionados por la política de recortes, pasarán a engrosar las filas de la abstención antes que dar su apoyo a los candidatos de centro-derecha de Nueva Democracia.
La campaña electoral de los comicios locales y regionales se ha visto empañada por la oleada de paquetes bomba enviados desde Grecia a mandatarios europeos por grupos extremistas. Los servicios postales y de mensajería griegos reanudaron ayer los envíos al extranjero por vía aérea, suspendidos el pasado martes. Dos jóvenes vinculados a grupos anarquistas han sido acusados de haber entregado el paquete que el lunes causó una explosión en una empresa de mensajería de Atenas.
