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Columna
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La educación sexual del PP

Habría que recordar al PP valenciano que, según la Constitución, somos un Estado aconfesional, y que en la Comunidad Valenciana la a se cae con mucha frecuencia y nos retrotrae a un pasado donde grupos de presión como la Iglesia católica interfieren en el desarrollo de las políticas públicas y del conocimiento científico.

Políticas públicas que en materia de salud sexual y reproductiva están reguladas por la Ley Orgánica 2/2010 de Salud Sexual y Reproductiva y de la Intervención Voluntaria de Embarazo. Esta ley, siguiendo las recomendaciones de los organismos internacionales, Naciones Unidas, Organización Mundial de la Salud, resoluciones del Parlamento Europeo, pretende adecuar el marco normativo al consenso de la comunidad internacional, avalado por el conocimiento y evidencia científica, y para ello prevé la adopción de un conjunto de medidas, tanto en el ámbito sanitario como en el educativo.

La ley regula que los poderes públicos, a través de sus políticas sanitarias, educativas y sociales, garantizarán la educación sanitaria integral con perspectiva de género sobre salud sexual y reproductiva, la información sanitaria sobre anticoncepción y sexo seguro que prevenga tanto las enfermedades de transmisión sexual, como los embarazos no deseados y también garantizarán el reconocimiento y aceptación de la diversidad sexual.

Ante esta iniciativa legislativa en materia educativa, parece que el Ejecutivo de Francisco Camps pretende rebelarse, como lo hizo con Educación para la Ciudadanía. En aquel caso fue el inglés, en este la moral de los sectores más reaccionarios de la Iglesia católica.

Frente a los consensos científicos y de los organismos internacionales que avalan el PIES (Programa de Intervención en Educación Sexual), aunque es un programa de mínimos, ya que solo se imparte en 3º y 4º de ESO, cuando esta materia debería estar presente en todos los cursos de enseñanza obligatoria, sitúan en igualdad de condiciones un programa SABE (Saber Amar Básico Escolar), elaborado por una numeraria del OPUS y un profesor de Sociología, que tuvo que retractarse ante la comunidad científica por su falta de rigor en gratuitas afirmaciones sobre la homosexualidad.

La falta de rumbo de la Consejería de Sanidad, que ya hemos denunciado en otros temas, hace que su titular, Manuel Cervera, el 23 de julio declare en un medio de comunicación que ve "correcta" la iniciativa de la Iglesia católica y en otro medio recuerde que el PIES, programa que impulsa su consejería en colaboración con la Consejería de Educación, tiene el aval de la comunidad científica, pero, eso sí, suspende su ejecución.

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Señores/as del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, cumplan con sus responsabilidades como poderes públicos, acaten las leyes, dejen de utilizar a nuestros escolares en sus batallas políticas y no hagan más el ridículo, desarrollando desde las instituciones políticas morales que nada tienen que ver con la salud.

Desde la secretaría de Bienestar Social y Sanidad del PSPV-PSOE queremos agradecer la labor de los/as profesionales de las consejerías de Sanidad y Educación, que con rigor trabajan día a día para mejorar la educación afectivo-sexual de nuestros/as escolares.

José Mayans es secretario de Bienestar Social y Sanidad del PSPV-PSOE.

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