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Entrevista:PEDRO MIGUEL ETXENIKE | Presidente del Donostia International Physics Center

"El mayor triunfo del conocimiento es el aumento de la ignorancia"

El Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 1998, Pedro Miguel Etxenike, ha cubierto esta semana recibiendo a parte de los científicos más reputados a nivel mundial, presentes en el Kursaal de San Sebastián para ofrecer multitudinarias ponencias, con motivo de la celebración del ciclo Passion for Knowledge ('Pasión por el conocimiento'), organizado para conmemorar el décimo aniversario del Donostia International Physics Center.

Pregunta. ¿Cómo valora estos diez años al frente del DIPC?

Respuesta. Hace muchos años, cuando hablaba de este centro, era muy optimista, pero muchos de mis colaboradores creían que era una locura. Ahora mismo puedo decir que incluso ha superado mis sueños. Hemos contribuido a internacionalizar y poner al País Vasco en el mapa de la física mundial.

"El DIPC ha ayudado a poner al País Vasco en el mapa de la física mundial"
"La ciencia tiene un componente de arte estéticamente bello"
"Hay que garantizar la continuidad de las políticas ciéntificas a largo plazo"
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"Los desafíos más importantes que tenemos por delante no los conocemos"

P. ¿Ha cambiado mucho en este tiempo la situación de la ciencia en Euskadi?

R. Comparado con lo que yo me encontré cuando fui consejero de Educación, cuando se invertía menos del 0,1% en ciencia, está muy bien. Hoy hay muchos grupos que están en sus campos en la vanguardia mundial. Ahora, como país, no hemos llegado muy pronto a la ciencia y necesitamos avanzar mucho y en la dirección correcta. Creo que vamos bien. Hay que garantizar la continuidad de las políticas de índole científica y tecnológica a largo plazo. Si no se hace así, se crea un cuello de botella a la incorporación de talento que puede ser muy perjudicial.

P. Pero, ¿hay suficiente capacidad de atracción?

R. En muchos campos, sí. Nosotros hemos atraído a 1.200 investigadores y hay gente muy buena fuera que vendría si creásemos las condiciones. Por ejemplo, en Guipúzcoa, el pionero programa Fellows Guipúzcoa de la Diputación ha atraído mucho talento que ahora hay que estabilizar para que no se nos vaya.

P. En este sentido, ¿se debe impedir la "fuga de cerebros"?

R. Es un concepto equivocado. Los científicos tienen que salir fuera para aprender formas diferentes de hacer las cosas, aquí, en Alemania o en Estados Unidos. Lo que se trata es de crear las condiciones para que el balance neto sea positivo. Muchos de los nuestros tendrán que ir fuera y, así, contribuiremos al acerbo mundial. Si no produjésemos gente y talento suficiente para hacer Euskadi atractivo a la competencia y al desarrollo mundial, deberíamos preocuparnos. Es muy importante crear las condiciones para que muchos de esos y otros puedan volver en las condiciones profesionales y personales adecuadas.

P. ¿Cómo incide la crisis en la ciencia?

R. La crisis afecta a la ciencia si hay discontinuidad en el tratamiento de las inversiones de investigación. En el País Vasco creo que no ha afectado, pero en España, sí. Ese recorte puede tener consecuencias nefastas en el sentido de que se rompe el atractivo de España como país que puede permitir que el talento mundial pueda venir. Además, puede crear frustraciones a las generaciones que quieren incorporarse de forma estable al sistema.

P. ¿Puede colaborar la ciencia a mejorar la situación?

R. La ciencia no va a solucionar la crisis, pero nos puede poner en mejores condiciones respecto a la competencia a la salida de la crisis. La ciencia se fundamenta en el medio y largo plazo y exige inversiones sin discontinuidades. Hemos visto que se han destinado cantidades ingentes de dinero incluso en sacar del agujero a los que nos metieron en él; por ejemplo, algunos banqueros norteamericanos. Sin duda, no sería una muestra de inteligencia y de talento no invertir cantidades equivalentes de dinero en el largo plazo, en educación, en innovación o en tecnología.

P. ¿No colaboran suficientemente las instituciones?

R. España ha tenido dos grandes épocas de avance de la investigación. La primera, en los primeros tiempos de Felipe González, yo la suelo considerar como la época de Juan Rojo, cuando éste, como secretario de Estado, incorpora a España a las formas de comportamiento de los países desarrollados. Luego, en los primeros años de Zapatero, ha habido otra época floreciente. Ahora parece que, por desgracia, no vamos a cumplir las esperanzas que habían surgido.

P. ¿Está España, científicamente hablando, atrasada?

R. No. Atrasada con la vanguardia de Europa y bastante adelantada con respecto a otros. España tiene grandes grupos de investigación, pero no es un país grande en investigación. España, en las condiciones y con las inversiones que ha habido, tiene unos resultados admirables en ciencia. Eso garantiza que un aumento en su situación económica para colocarlo al nivel que le corresponde sería eficientemente bien usado. Yo no creo que se pueda decir que es un país atrasado. Es un país cuyo desarrollo científico es heterogéneo según los grupos, las regiones o dentro de las propias universidades.

P. ¿Cuáles son los desafíos actuales de la ciencia?

R. La ciencia avanza contestando a preguntas y, al hacerlo, creando nuevas preguntas. El mayor triunfo del conocimiento es el aumento de la ignorancia, porque nos damos cuenta de cosas que desconocíamos. La ignorancia inconsciente pasa a ser consciente. Por lo tanto, los desafíos más importantes que tenemos por delante todavía no los conocemos. Por eso hay que seguir investigando. La ciencia avanza contestando a preguntas, pero cada investigación científica que merezca la pena crea con cada respuesta otro montón de preguntas.

P. ¿Sigue concibiéndose la ciencia como algo exclusivo y alejado de la ciudadanía?

R. Eso sería un horror y un error. Estas jornadas que hemos celebrado han querido contribuir a comunicar a la ciudadanía cómo, para qué y por qué hacemos esto, para demostrar que la ciencia es culturalmente importante, no sólo económicamente y que además tiene un componente de arte estéticamente bello. Una sociedad científicamente informada será más capaz de tomar libremente y responsablemente las decisiones. La forma más eficaz de que se comprenda es despertando en los jóvenes la pasión por el conocimiento.

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