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La gran jugada asturiana

Cajastur pasa de ser la entidad número 20 del sector a controlar la tercera caja tras fusionarse con CCM y CAM

Íñigo de Barrón

Como se repite ahora con frecuencia, los chinos usan la misma palabra para designar crisis y oportunidad. El presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, ha sabido aprovechar la oportunidad que le ha brindado esta crisis y arranca el curso como el ganador de las fusiones de cajas. Menéndez será el primer ejecutivo de la entidad resultante de la unión de Cajastur, Caja Castilla La Mancha (CCM), Caja del Mediterráneo (CAM), Caja Cantabria y Caja Extremadura. Ayer mismo recibió la última autorización.

Este ejecutivo ha jugado bien sus bazas y ha logrado pasar de dirigir la caja veinte por activos a la tercera del ranking. Si se compara entre bancos y cajas, la entidad asturiana es la quinta, por encima del Banco Popular.

Ha recibido 5.600 millones de ayudas, casi tres veces más que Banesto
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Dicho de otra manera, Menéndez inició la carrera de fusiones gestionando una entidad de 19.000 millones y ahora controla otra de 127.000 millones. Ha multiplicado casi por siete los activos gestionados tras comerse a cuatro cajas más. La fórmula utilizada ha sido doble: por un lado ha absorbido a la quebrada CCM y, con esta potencia de tiro, ha liderado la fusión fría con CAM, Extremadura y Cantabria.

¿Cómo se explica este salto? "Menéndez ha sido valiente, oportuno y arriesgado", coinciden varios de sus competidores. Ha sabido buscar las debilidades ajenas: CCM estaba hundida y CAM vivía acosada por el estigma de una futura intervención. Menéndez aprovechó un tercer factor: la incómoda situación del Banco de España. El supervisor no quería gestionar CCM y aceptó las propuestas de Cajastur. Esta semana abandona la caja, tras año y medio al frente.

"Ha sido probablemente la peor intervención. Casi es un ejemplo de todo lo que no hay que hacer, pero es verdad que no teníamos la legislación adecuada, como ahora", confesó hace días Miguel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España.

Esta posición ayudó a que el supervisor forzara a las cajas a que desembolsaran todo el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) acumulado durante tres décadas para rescatar CCM y entregarla a Cajastur. En total el sector desembolsó 4.125 millones: 1.300 millones en participaciones preferentes para el capital; 2.475 millones de garantías adicionales para la futura morosidad y 350 millones de financiación puente para un crédito. Además de esta fortuna, la nueva caja fusionada recibió 1.493 millones de ayuda pública a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

En total 5.618 millones, una cantidad 2,8 veces más grande que el rescate de Banesto, que ascendió a 1.970 millones de euros brutos y 1.168 millones de pérdidas netas para el Fondo de Garantía de los bancos, tras su venta al Santander. La operación de Cajastur ha recibido más capital que la unión de Caja Madrid y Bancaja (4.464 millones), pese a que esta es casi tres veces más grande.

En cuanto ha podido, Cajastur ha empezado a devolver parte de la factura, aunque en especie. Hace unos días anunció la devolución de 1.300 millones de participaciones preferentes del FGD entregando las participaciones industriales y algunos edificios.

La armonía no será fácil en el equipo directivo, máxime ahora que toca cerrar oficinas y reducir plantilla. Desde CCM y CAM llegan voces críticas con el excesivo dominio asturiano. Los alicantinos se revolvieron contra Menéndez y fracasaron. En CCM sostienen que ya están en números negros y que ganarán más de 40 millones en 2010. El Banco CCM, controlado por Cajastur, ha sido valorado por KPMG en 1.800 millones. Sin embargo, solo ha desembolsado unos 400 millones. Cajastur recuerda: "CCM no tendría valor si nosotros no aportamos la gestión y nuestra marca". Ahora llega lo más difícil, ganar dinero para devolver el resto de ayudas con el negocio a la baja.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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