El mismo diseño, con más virtudes

Casi igual por fuera, pero con una mecánica interior y equipamientos muy mejorados. El Swift 2010 aporta calidad de conjunto y es una alternativa válida a modelos europeos como los Seat Ibiza y Peugeot 207. Resalta por los valores habituales en los coches japoneses pequeños, como el bajo consumo y la suavidad de conducción, y añade otras virtudes como la amplitud y una completa dotación en seguridad: control de estabilidad ESP y siete airbags de serie en todas las versiones. Solo le faltan más motores, porque por ahora solo se ofrece con un 1.2 de gasolina (95 CV) que cumple de sobra en ciudad y se queda algo justo en carretera.

El nuevo Swift ya está disponible desde 10.995 euros con carrocerías de tres y cinco puertas (500 euros más), un precio algo inferior al de otras propuestas similares. Al menos en los primeros meses de venta, Suzuki no va a ofrecer descuentos. La habitabilidad es igual en ambas carrocerías, pero la de tres puertas está homologada para cuatro plazas. La gama se completará en noviembre con una versión con tracción 4x4 de este mismo motor. En diciembre llegará un 1.3 DDiS turbodiesel (75 CV) y a finales de 2011 se lanzará la variante deportiva Swift Sport, con motor 1.6 gasolina y unos 130 CV.

El diseño del Swift 2010 apenas varía y cuesta distinguirlo del anterior. Ahora mide 3,85 metros de largo, nueve centímetros más, y es también más ancho. El interior sí cambia y, aparte de estrenar un salpicadero y paneles de puertas más cuidados, gana espacio por el aumento de tamaño exterior: las plazas delanteras siguen siendo holgadas y las traseras crecen para poder acomodar adultos con suficiente altura y espacio para las piernas. En cambio, el maletero se queda casi igual, 211 litros, y es más pequeño que el de otros rivales.

Al volante todo funciona con corrección y suavidad. Los mandos tienen un tacto agradable y se comporta mejor que el actual, en parte porque los ejes de ruedas son más anchos. La dirección y las suspensiones también evolucionan y ofrecen mayor precisión y menor balanceo, lo que mejora el confort y el dinamismo.

El motor 1.2 responde con finura, gasta poco y mueve bien el peso en ciudad. Consume 5,1 litros de media y emite 119 g/km de CO2, por lo que está exento del impuesto de matriculación. El Swift anterior, con un 1.3 de 92 CV, gastaba 5,8 litros (140 g/km de CO

2). En carretera no sobra potencia y exige estirar las marchas para adelantar con nervio y mantener el ritmo en los repechos de las autopistas: acelera de 0 a 100 km/h en 12,3 segundos y alcanza 165 km/h. Viene con cambio manual de cinco velocidades y puede incorporar un automático de cuatro que mejora el confort pero penaliza el rendimiento. El motor 1.3 DDiS turbodiesel, por su parte, anuncia 4,2 litros de consumo medio.

La completa dotación de seguridad distingue al Swift de la mayoría de utilitarios, aunque para tener aire acondicionado, respaldos traseros abatibles y llantas de aleación hay que pagar unos 12.500 euros. Aún así, mantiene su ventaja de precio. La gama incluye cuatro acabados: GA, GL, GL+ y GLX. El básico (10.995 euros) tiene ya ESP y siete airbags, ordenador, anclajes Isofix para sillas infantiles y elevalunas y retrovisores eléctricos. El GL (12.095) suma el aire, radio CD/MP3, volante con mandos, respaldos traseros abatibles y USB. El GL+ (12.595) añade llantas de aleación y antinieblas, y el GLX (13.495) viene con climatizador, acceso y arranque sin llave (botón de arranque interior), sensor de faros, control de velocidad y bluetooth (en la carrocería de cinco puertas; en la de tres es un extra). Como opción, y solo para este acabado, puede incorporar techo solar, sensor de aparcamiento y sistema Start&stop, que para el motor en los atascos y reduce el consumo medio a 4,9 litros.