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Tribuna:Economía global
Tribuna
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En el bosque, todavía

El Tesoro Público ha pasado con nota los meses de mayor concentración de vencimientos de deuda. Los diferenciales de tipos frente a Alemania se han reducido de forma notable y hay señales de mayor demanda por parte de no residentes. Bienvenida resulta también la reversión de la tendencia en lo que se refiere a la demanda de deuda procedente de fondos de inversión, fondos de pensiones y aseguradoras nacionales, tradicionalmente importantes tenedores de deuda.

Esta semana hemos visto cómo las buenas noticias en materia de ejecución presupuestaria han dado continuidad a esta tendencia positiva: se ha recuperado credibilidad sobre el compromiso de reducción del déficit. Aunque el Tesoro debería afrontar con mayores garantías la parte final del ejercicio, hay que tener en cuenta que la emisión neta de deuda será a partir de ahora más intensa y, por tanto, los inversores tendrán que rascarse los bolsillos y canalizar dinero nuevo hacia las arcas del Estado (hasta ahora, las renovaciones de vencimientos han desempeñado un papel preeminente). La volatilidad en la prima de riesgo de la deuda española debería reducirse frente a la experimentada en los primeros seis meses de 2010.

La liquidez sigue llegando con cuentagotas a las pymes, y solo fluye hacia los proyectos más sólidos

En cuanto a la situación del sector bancario, al impacto positivo de la mejora en visibilidad y -también- credibilidad que la aceleración de la restructuración del sector y la mayor rigurosidad y transparencia en las pruebas de estrés frente al resto de la UE ha generado, se unen otros dos factores: la reciente extensión hasta el primer trimestre de 2011 de la liquidez ilimitada por parte del BCE y la rápida reacción de las entidades para proveerse de vías alternativas de financiación en el mercado monetario, con la entrada en plataformas extranjeras de negociación para repos (solo lo han hecho las entidades más sólidas, que tendrán que distribuir liquidez hacia el resto de entidades a cambio de un precio que, en todo caso, será inferior al de los peores momentos de los meses de mayo y junio). Las recientes emisiones de deuda de bancos y cajas en el mercado mayorista (10.000 millones de euros desde finales de julio) confirman la mejoría. La escasa participación de emisores medianos y pequeños sigue siendo la asignatura pendiente.

Las grandes empresas y multinacionales españolas continúan, por lo general, ajenas a los problemas de financiación. Sus costes de financiación no se alejan demasiado de los del Tesoro, pues para los inversores su inferior rating queda compensado por una mayor certidumbre acerca de su futuro. Otro cantar es la situación de las pymes: la liquidez sigue llegando con cuentagotas, y solo fluye hacia los proyectos más sólidos y con menor relación al ciclo doméstico (de nuevo, la internacionalización es un plus).

También son ajenas a la mejora las comunidades autónomas y corporaciones locales. Este punto es clave para poder cumplir con los objetivos de gasto, ya de por sí restringidos por la política de austeridad fiscal, y no propiciar un ajuste aún más doloroso de la demanda interna. Hemos avanzado mucho en los últimos dos meses, pero no estamos todavía fuera del bosque.

José Manuel Amor y Sara Baliña son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Afi).

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