Pina Bausch 'vuelve' al Liceo con su versión de la ópera de Gluck 'Ifigenia en Táuride'
Tenía 68 años Pina Bausch cuando, el 10 de septiembre de 2008, pisó por primera vez el escenario del Teatro del Liceo de Barcelona con su compañía, el Tanztheater Wuppertal. Poco más de 13 meses después de su muerte, mañana su espíritu volverá al coliseo de La Rambla con la que fue su primera gran coreografía, Iphigenie auf Tauris (Ifigenia en Táuride), ópera de Christoph Willibald Gluck (1714-1787) a la que ella hizo bailar el 1973. La obra maestra del gran renovador del género lírico con la puesta en escena y coreografía de Bausch abre la temporada del Liceo. Se han previsto cuatro funciones hasta el 7 de septiembre con el Tanztheater Wuppertal, un doble reparto de cantantes alternándose en las representaciones con las sopranos Elisabete Matos y Danielle Halbwachs (Ifigenia), los tenores Nicolai Andrei Schukoff y Norbert Ernst (Pílades) y los barítonos Christopher Maltmann y Markus Eiche (Orestes), el Cor de Cambra del Palau de la Música y la Orquestra Simfònica Julià Carbonell de les Terres de Lleida bajo la dirección musical del alemán Jan Michael Horstmann.
Con Ifigenia en Táuride, Pina Bausch firmó en 1973 su primera ópera-ballet. A la coreógrafa no le interesó de la tragedia griega de Eurípides, que Gluck toma como base del libreto, ilustrar la forma en que Ifigenia es salvada de ser sacrificada por su propio padre. Bausch se centró, en lo que fue el origen de su lenguaje, en los sentimientos de dolor, incertidumbre y culpa de los protagonistas. Así, con la partitura de Gluck, con la que el compositor alcanza el cenit de su reforma de poner la música al servicio del drama, la coreógrafa convierte la historia en danza. Sitúa a los cantantes, el coro y la orquesta en los laterales y el foso, y deja el escenario, donde se desarrolla la trama, para los bailarines, dobles de los personajes, para que canten con el cuerpo.
