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El encargado del buzoneo de CiU declarará en el 'caso Palau'

El juez cita para el 18 de junio a Salvador Oller por su relación con dos empresas de envíos electorales, que facturaron un millón de euros a la institución de Millet

El juez instructor del caso Millet, Juli Solaz, ha citado a declarar como testigo para el próximo día 18 de junio al encargado de realizar el buzoneo electoral de Convergència i Unió (CiU), Salvador Oller, quien mantuvo una relación mercantil con las sociedades New Letter y Letter Graphic durante varios años. Ambas empresas, que realizaban los envíos de la propaganda de CiU a domicilios particulares, facturaron 982.583 euros entre 2007 y 2009 al Palau de la Música por tareas que ni el actual equipo gestor ni los trabajadores de la entidad reconocen.

Oller estaba citado para el pasado día 17, pero no compareció porque no le llegó la citación, según explicó anoche a EL PAÍS. "Me enteré por la prensa de que me habían citado y no me habían encontrado, y fui al juzgado ese mismo día", dijo Oller, quien también negó cualquier irregularidad en los cobros y que se inflasen las facturas. "Los trabajos que se encargaron se hicieron y se pagaron", dijo.

No obstante, Letter Graphic, por ejemplo, emitió una factura de 146.405 euros al Palau por un buzoneo, cuando fuentes de la institución barcelonesa aseguran que un envío normal cuesta sólo alrededor de 4.000 euros. En la agenda de contabilidad de la ex directora financiera de la entidad Gemma Montull los pagos a estas empresas, con sede en Badalona, aparecen vinculados con los ingresos procedentes de la constructora Ferrovial y pagos a la Fundación Trias Fargas, hoy rebautizada CatDem, vinculada a CDC. "Cobrado Ferrovial. 244.010,64 euros", consta en la libreta de Montull. Y justo a continuación: "Pagado tra_ Newletter. 104.575,16. Pagado Fund. Ramón Trias. 90.151".

Salvador Oller ha sido citado después de que Pedro Luis Rodríguez, el representante de esas dos empresas, le señalara como la persona que se encargaba de negociar y pactar esos envíos con Jordi Montull, mano derecha de Fèlix Millet, ambos saqueadores confesos. Rodríguez explicó en su día al juez que el sistema informático que emplean es tan avanzado que no conserva los presupuestos presentados al Palau, pues al aceptarse los trabajos se autodestruyen.Salvador Oller defendió ayer su actuación profesional y explicó que ha trabajado para partidos políticos de diferentes ideologías. Según explicó, al margen de CiU, las empresas de propaganda electoral realizaron campañas para el Bloc Nacionalista, el Partit Socialista de Mallorca y el PSC.

"CiU y el Palau siempre pagaron religiosamente", explicó Oller a EL PAÍS, antes de descartar que hubiese inflado las facturas giradas a la institución musical. Según su relato, un envío electoral se compone de cuatro fases. La primera, la preparación de los ficheros, y la última, su distribución, son las más costosas, según Oller. Las otras dos, los materiales y el manipulado de los envíos, son las más económicas, especialmente esta última, "porque existe mucha competencia".

"Yo no sé si existe una historia rara entre CiU y el Palau. Lo que sí sé es que no hubo desvío de dinero por envíos electorales y que todo esto está haciendo mucho daño a las empresas para las que yo trabajé", añadió Oller, a punto de cumplir 70 años.

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Fuentes de CiU admitieron ayer que la federación encargó a Oller los envíos de varias campañas electorales, pero matizaron que siempre contactaron con él como responsable de estas empresas y que no pertenece a la estructura del partido. "No tenía ningún cargo ni responsabilidad dentro de CiU", atajaron. Además, agregaron que estas empresas trabajaron para CiU como lo hicieron con otros partidos, administraciones y empresas.

Antiguos trabajadores de las dos firmas aseguraron a este diario que Oller era un comercial muy conocido en el ramo y que tenía muy buenas relaciones con CiU. Estos empleados afirmaron, además, que Oller se encargaba de repartir el trabajo que les encargaba la federación nacionalista entre New Letter y Letter Graphic y otra empresa ubicada en Vilanova i la Geltrú, puesto que ellos no llegaban a cubrir todos los envíos electorales.

Según la auditoría elaborada por Deloitte para el Palau de la Música, Letter Graphic facturó 361.287,8 euros a la Fundació Orfeó Català entre 2007 y 2009, y New Letter ingresó 621.804,80 euros en ese mismo periodo. Los auditores, que determinaron que ambas empresas están vinculadas, indicaron que no había "un contrato marco de prestación de servicios con estos proveedores" ni "documentación" que justificara "el servicio que figura en las facturas", que fueron aprobadas por el ex director administrativo de la entidad Jordi Montull.

Los actuales gestores del Palau insistieron ante esas empresas en que les enviaran el presupuesto o algún tipo de documentación que justificara que habían realizado los trabajos, tal como habían hecho con el resto de los proveedores de la institución. Pero nunca obtuvieron respuesta de esas sociedades, por lo que decidieron llevarlas ante el juez. Lo mismo hicieron con Hispart, otra empresa de campañas que también trabaja para CiU.

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