"Hemos jugado pensando en el Inter"
Guardiola admite que el equipo vivió "al límite" porque "la cabeza manda más que nada"
Como se temía Guardiola, el cambio de horario afectó demasiado a su equipo, que se sintió extraño desde nada más salir al campo. "No estamos acostumbrados a jugar con sol", reconoció el entrenador, que no lo usó como excusa, por mucho que en la memoria colectiva cueste encontrar la última vez que en el Camp Nou hubo partido a estas horas. Las hemerotecas remiten a un Barça-Anderlecht en 1989. En lo que va de curso, un solo antecedente, contra el Getafe, en Madrid. Pero el problema fue otro: "Hemos jugado pensando en el Inter", descubrió Guardiola, que lo justificó. "La cabeza manda más que cualquier otra cuestión. Siempre quieren meterse en el partido y hacer las cosas bien, olvidándose de todo lo que no sea el rival de turno, pero es inevitable que los jugadores pensaran en el Inter", dijo antes de reconocer: "Hemos vivido al límite, pero el equipo ha respondido y no puedo tener queja de ellos", abundó el técnico. Les disculpó: "Todos los culés están pensando en el Inter, es comprensible que a estas alturas, los jugadores también".
Tras el partido, los jugadores llevaron camisetas con el lema 'Nos dejaremos la piel'
"Era muy complicado meterse en el partido y nos ha costado demasiado", admitió Touré. "Para el Xerez, un equipo que lucha por salvarse, no había más partido. Pero jugar entre los dos partidos de semifinales ha hecho que nos costara centrarnos", admitió con naturalidad el marfileño. Cerca, el ucranio Chigrinski ahondó en esa teoría. "Es normal que pensáramos un poco en el Inter y cuando eso pasa, todo es más difícil", admitió. En el Inter piensa hasta el club, que nada más terminar el duelo de ayer comenzó la operación Nos dejaremos la piel. Uno de los utileros del equipo repartió entre los futbolistas camisetas con ese lema, así que los jugadores dieron por iniciado el partido contra el Inter. "Tal vez hemos empezado a pensar en ese partido un poco pronto, porque el Xerez no era un rival fácil y nos hemos complicado demasiado las cosas nosotros mismos", insistió Guardiola. "Era inevitable pensar en ese partido, es el más importante del año, y cuesta mucho olvidarlo", convino Keita.
La hora de inicio del partido propició la asistencia masiva de muchos niños, entre ellos muchos hijos de los jugadores y de varios miembros del cuerpo técnico. El estadio presentó un ambiente excepcional, con 82.456 aficionados, la cuarta mejor entrada de la temporada, después de las visitas del Madrid, el Valencia y el Espanyol. De hecho, tras vender unas 22.000 entradas, se cerraron las taquillas por falta de localidades. El partido terminó con los jugadores en el centro del campo luciendo unas camisetas con el lema: "Nos dejamos la piel". El club ha llamado a todos los seguidores a estar en el Camp Nou el miércoles a las 20.00 para empezar a animar al equipo, acudir al estadio con la camiseta azulgrana y colaborar en un mosaico con 90.000 cartulinas. "Se trata de ganar el partido y hemos de salir a por él desde el primer minuto. Pero jugar una final de la Copa de Europa es tan difícil... ¡Imagínate dos seguidas", admitió Guardiola, que sólo promete una cosa. "Lo vamos a intentar".
Las peñas han citado a sus seguidores que conducen motocicletas en la puerta del hotel donde se concentra el Barcelona para acompañar el miércoles al equipo hasta el campo.
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