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Desde Akihabara | OPINIÓN
Columna
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El futuro digital de la fotografía

TAN SÓLO HAN PASADO 20 años desde que Kodak y Logitech pusieran a la venta las primeras cámaras digitales. Estas primeras cámaras no tenían ni pantalla para revisar las imágenes. Tuvieron que pasar unos años hasta que en 1995 Casio lanzó la primera cámara con una pantalla LCD. La revolución acababa de empezar; al cabo de 10 años el 76% de las familias en países avanzados poseía una cámara digital.

Al principio se posicionaron muy bien empresas que nunca antes habían creado cámara de fotos como HP, Logitech, Creative Labs o Casio. Su experiencia creando electrónica de consumo les dio ventaja sobre los gigantes de la fotografía. La batalla se centró en desarrollar sensores con cada vez más megapíxeles; pero con los años, los megapíxeles dejaron de ser lo importante y la calidad de la óptica pasó a primer plano. Este fue el momento en que los clásicos del mundo fotográfico salieron a la carga y la competencia hizo bajar el precio de las cámaras reflex digitales al de una cámara de bolsillo.

De entre los diez fabricantes que más cámaras digitales vendieron en el mundo en el 2009, sólo Samsung y Kodak no son japonesas. Los otros ocho son japoneses, y tres de ellos (Canon, Sony y Nikon) coparon más del 80% del mercado. Al contrario que en otros sectores, como por ejemplo, en el de la computación personal donde Japón ha dejado de ser relevante ante la emergencia de Taiwán; en el sector de la fotografía, Japón es líder indiscutible.

Este año, Nikon y Canon están centrados en competir ante la emergencia de Panasonic y Olympus con varias cámaras de formato cuatro tercios. Las cámaras de formato cuatro tercios se sitúan a medio camino entre las compactas y las reflex. Para la mayoría de los aficionados la calidad que obtienen con una de estas cámaras es más que suficiente.

Pero Sony, Nikon, Fujifilm, Canon y también Panasonic y Olympus quizás deberían dejar de observarse unos a otros con lupa y pensar en el panorama general. Hasta ahora las cámaras integradas en teléfonos móviles no tenían la calidad y versatilidad suficiente; pero desde hace poco, en Japón ya tenemos móviles con cámaras de hasta 12 megapíxeles, con lo que mucha gente ya no ve necesario tener una cámara digital además de su móvil. Otro factor muy importante es que aunque las cámaras de los móviles fueran muy buenas, sus pantallas no tenían suficiente resolución como para ver las fotos. Esto ha cambiado radicalmente con la irrupción de los smartphones con pantallas de tres o más pulgadas y resoluciones de hasta 800x480.

Otra de las ventajas de utilizar un smartphone con cámara integrada es la versatilidad que te da el tener prácticamente un ordenador en la palma de la mano. Por ejemplo, gracias al API y la buena documentación que ha puesto Apple a disposición de desarrolladores de todo el mundo, los abonados al iPhone pueden descargarse multitud de aplicaciones para retocar fotos, modificar la forma en la que la cámara toma fotos etc.

Apple no se molesta en desarrollar estas aplicaciones, es la comunidad la que crea el ecosistema usando el iPhone como plataforma. ¿Quieres hacer que tu iPhone tome fotos con los colores y el contraste parecido a cómo quedaría la escena si fuera capturada una Polaroid? Te bajas una aplicación y tienes un iPhone que saca fotos como una Polaroid en segundos. Con una cámara digital tradicional es imposible.

El futuro está en abrir los sistemas operativos que hacen funcionar las cámaras, dejar que la comunidad desarrolle para cámaras digitales. ¿Cuál será la empresa que dé el primer paso en ofrecer una plataforma abierta en sus cámaras de fotos? ¿Os imagináis que vuestra cámara se conectara a Internet para comprar, bajaros e instalar una versión reducida de Photoshop dentro de la cámara? La fotografía digital tiene un futuro por delante.

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