La candidatura de Barcelona 2022 desata confusión y nervios

Confusión y nervios a las 48 horas de que el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, afirmara que la ciudad optará a organizar los Juegos de Invierno de 2022. El sorpresivo anuncio está provocando todo tipo de reacciones -algunas confusas -por parte de representantes del Gobierno central y el indisimulado enfado del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ante la posibilidad de que Barcelona se lleve el gato al agua de una competición que el Pirineo aragonés persigue desde hace años. Jaca ha presentado candidatura en cuatro ocasiones y lo volverá a hacer en 2022, esta vez conjuntamente con las ciudades de Zaragoza y Huesca. Belloch tachó ayer a Hereu de no tener espíritu olímpico por no haberle informado de que Barcelona presentaría candidatura. El alcalde de Zaragoza precisó que su homólogo le llamó inmediatamente después de que lo anunciara en rueda de prensa, pero "no antes". Añadió que, en su opinión, "estas cosas se hablan antes". Belloch declaró ayer que "ahora no es el momento más adecuado para que Hereu visite la ciudad". "El alcalde no tiene intención de visitarla, al menos formalmente", apuntaron fuentes municipales barcelonesas.La reacción de Belloch causó cierta sorpresa en el Consistorio barcelonés. Como también sorprendió que Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, apostara por una candidatura conjunta de Barcelona-Zaragoza-Jaca bajo la marca "Pirineos". "El Gobierno estaría encantado de que ambas candidaturas se sentaran a hablar" y se constituyeran en una sola para "sumar esfuerzos". Lissavetzky aseguró que sería una buena solución para todos, ya que "nunca se han celebrado unos juegos de invierno en esa zona, que en los últimos años ha mejorado mucho sus instalaciones. El secretario de Estado para el Deporte -que explicó que fue informado por Hereu antes de la presentación pública- reconoció que, hasta ahora, el COI pide que sean ciudades concretas, "pero la situación puede cambiar".

En cambio, para la vicepresidenta primera del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, el Comité Olímpico Español (COE) tendrá que decidir entre las dos candidaturas. Ambas las calificó de espléndidas y añadió: "El COE lo tendrá difícil".

En el Consistorio barcelonés la defensa de Lissavetzky de una candidatura conjunta con Jaca creó cierto desconcierto. "Hasta ahora las candidaturas las presentan ciudades concretas y Barcelona tiene interés en defender la suya. Todo acaba de empezar y ahora se inicia el proceso de preparación. Hay mucho tiempo", contestaron a este periódico fuentes del estrecho círculo en que confía Hereu para este asunto. A la pregunta de si se ve posible una candidatura conjunta con Jaca, las mismas fuentes fueron muy cautas: "la idea inicial es que Barcelona defienda la suya. Luego, ya veremos".

No quisieron hacer comentarios sobre una encuesta realizada en Vancouver según la cual casi la mitad de los canadienses cree que el país se está gastando demasiado dinero en la organización de los Juegos de Invierno que empiezan el próximo 12 de febrero. El 48% cree que el gasto es excesivo en una época de vacas flacas. Por el contrario, el 45% está de acuerdo.

Mientras, la oposición del Consistorio de Barcelona volvió a cargar, con matices, contra la oportunidad de encarar ahora una cita olímpica. Por razones de coyuntura económica, según Xavier Trias (CiU), que apoya la iniciativa, o por falta de coherencia con la idea mantenida por Hereu hasta el miércoles de que a Barcelona no le hace falta montar grandes acontecimientos y que lo importante era la política de proximidad. Ésa es la crítica de Jordi Portabella.