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Tres ayuntamientos cederán locales para la consulta soberanista del día 13

Más de 2.000 personas asisten en Barcelona a un acto en favor de las votaciones

Àngels Piñol

"Sant Jaume de Frontanyà es el pueblo más pequeño de Cataluña, pero será el primero en celebrar la consulta independentista en unas dependencias municipales". Ramon Vilalta, alcalde de ese municipio del Berguedà, de una treintena de habitantes, lanzó feliz ese desafío al Estado desde el escenario del Centro de Convenciones del Fórum de Barcelona, donde se reunieron más de 2.000 personas para apoyar las votaciones del día 13. Sant Pere de Torelló, Tiana y seguirán los pasos de Sant Jaume, que será el primero porque votará el día 12. Por ahora, 192 poblaciones organizarán consultas con un censo de 700.000 electores. En febrero y abril, habrá más (Manresa y Girona).

Víctor Alexandre, promotor de la iniciativa en Sant Cugat, que también vota en esta primera oleada, propuso que Arenys de Munt sea declarada capital de la independencia por haber abierto el camino el 13 de septiembre. Pese al carácter extraoficial de la consulta, el juez prohibió entonces al Consistorio que pusiera a disposición de los organizadores un local público. Varios ayuntamientos toman el desafío como el símbolo de que esto es un tsunami "imparable". Elisenda Romeu, de la comisión organizadora, anunció que posiblemente otros consistorios cederán locales. El portavoz de la consulta prevista en Santa Coloma de Farners también aseguró que votarán en un local público.

"Sólo soy un alcalde de una población de 2.500 personas. ¿Cómo voy a prohibir a 60 conciudadanos que utilicen un local que pagan con sus impuestos?", exclamó Jordi Fàbrega, de la Entesa y portavoz del colectivo Decidim.cat. Fàbrega, delegado del tripartito en la Cataluña central, invitó a Barcelona a movilizarse: "Esto es imparable; pero la batalla, como en todas las guerras, se gana en la capital".

El acto reunió a independentistas de toda Cataluña, que pagaron una entrada de entre 5 y 10 euros. Se abrió con un coro formado para la ocasión que interpretó varias piezas, entre ellas el Cant de la senyera. Por el escenario desfilaron alcaldes; el músico Titot, de Brams, y el periodista Miquel Calzada. "Algún día nos parecerá mentira el tiempo perdido dando vueltas a lo mismo. El editorial de los 12 diarios es un grito desesperado porque saben que este Estatuto es la última estación. La dignidad de Cataluña tiene un nombre: independencia", dijo Calzada, que expresó el sentir mayoritario del auditorio, contrario al Estatuto al considerar agotada la vía autonómica. El actor Carles Canut leyó el poema Ara mateix, de Martí i Pol, y el filósofo Josep Maria Terricabres cerró el acto con este discurso: "Las consultas no se hacen en contra de nadie, sino a favor de todos. Los ciudadanos quieren serlo de un país normal, y cuando puedan escoger de verdad, escogerán independencia". Y acabó con este guiño: "Que no se preocupen los productores de cava, que no saldrán malparados. Cuando se proclame la independencia, beberemos el doble".

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