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MICROCHIPS | Laboratorio de ideas | breakingviews.com

Multa pequeña por exceso de velocidad

Intel no puede quejarse. Vale, va a pagar a su rival AMD 1.250 millones de dólares y ha accedido a suavizar un poco sus agresivos métodos de marketing a cambio de solucionar todas las demandas pendientes entre ambas empresas. Pero ése es un pequeño precio por conservar el dominio en el sector de los procesadores.

La cuota del 80% que Intel tiene en el mercado de los microprocesadores preocupa desde hace tiempo a los reguladores. Por otro lado, AMD acusaba a su rival de ofrecer descuentos por volumen indebido y de negar procesadores a las empresas informáticas que usaban a AMD como proveedor. Por eso la empresa se alió con las autoridades de Asia, Europa y Norteamérica para meter en cintura a Intel. Ahora AMD está retirando estas demandas.

Intel no ha admitido nada. Considera que su dominio es consecuencia de su superioridad tecnológica y de la fuerte inversión. Hacer microprocesadores es un juego en el que el ganador se lo lleva todo: cuanto mayor es la empresa, más fácilmente puede financiar fábricas y encontrar modos de fabricar mejores procesadores. El presupuesto de I+D de Intel triplica el de AMD. Además, las empresas más grandes pueden vender sus chips más baratos que los rivales de menor tamaño y, por si fuera poco, obtener márgenes más elevados. Intel tiene unos márgenes de explotación medios superiores al 20% desde 2001; los de AMD son de un 10% negativo.

Desde este punto de vista, los 1.250 millones de dólares no parecen un precio muy alto. Es menos de la mitad de la reserva de fondos disponibles de Intel en el pasado trimestre y menos del 10% del activo disponible asentado en el balance general de la empresa.

Es cierto que el dinero apuntala a AMD y la convierte en una rival más valiosa. Intel ha declarado que se atendrá a un conjunto de prácticas empresariales que de algún modo contendrán su cultura famosamente agresiva, aunque ninguna de las empresas ha dado detalles de cuáles serán. Y presumiblemente las autoridades antimonopolio seguirán manteniendo las demandas, aunque a su testigo estelar ya no le interese.

Pero el cuasimonopolio de Intel parece más fuerte ahora que antes del acuerdo. El balance general de AMD sigue pareciendo débil en relación con el de Intel. Y lo que es más importante, el predominio en el mercado le ofrece a Intel un continuo torrente de liquidez con el que puede barrer a AMD de manera completamente legal. Con o sin prácticas abusivas, la economía de los mercados tecnológicos tiende a crear actores dominantes que a los reguladores y a los rivales de menor tamaño les resulta difícil controlar. -

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