Las cajas comarcales pedirán hasta 500 millones de ayudas
El plan de fusión conllevará un excedente de 540 empleos
La suma de Caixa Girona al proyecto de fusión de las cajas comarcales de Sabadell, Terrassa y Manlleu elevará la cuantía de recursos que las entidades pedirán al fondo de rescate para el sector financiero, el FROB. Si inicialmente las cajas consideraban 350 millones de euros, ayer admitieron que la cifra se moverá finalmente en una horquilla de entre 450 y 500 millones.
Buena parte de este dinero, que las entidades deberán devolver, se destinará a costear la reestructuración de los servicios centrales y de la red de oficinas de la unión de cajas. La nueva institución dijo ayer que su dimensión estimada rondará las 750 oficinas, lo que implicará recortar unas 200 de todas las que suman las actuales redes.
El tamaño que busca la nueva entidad tendrá 750 oficinas y 4.000 empleados
Las cuatro cajas sólo compartirán el 25% de los fondos de la obra social
Incluyendo los servicios centrales, la entidad estima necesarios a cerca de 4.000 empleados. Ese horizonte supone "un excedente de alrededor del 12%", dijeron las cajas, en su primer comunicado conjunto. Ese porcentaje se traduce en 540 empleos, que se ajustarán vía un programa de prejubilaciones y reubicación en distintas áreas de negocio que se desea potenciar, como la banca personal o los seguros. Las cajas subrayaron ayer que desean orientarse en el segmento de la pequeña y mediana empresa (pyme).
La nueva entidad tendrá oficinas en más de 250 localidades de Cataluña, y también operará con su marca nueva en comunidades como Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía, Aragón y Baleares.
Otro elemento que puede condicionar los recursos que se pidan al FROB es el futuro del negocio asegurador. Caixa Sabadell (que tiene el suyo al 50% con Zurich) y Caixa Terrassa (que lo comparte al 50% con Aegon y Reale) deberán compensar al socio asegurador de los dos si no optan por seguir con uno de ellos para potenciar esta área de crecimiento. Una opción sería que las dos aseguradoras alcancen un pacto entre ellas. La ampliación del mercado que plantea la suma de Caixa Girona al proyecto, que agranda en un 25% los recursos totales, hace más golosa en precio la parte de negocio asegurador que se venda. Las cajas no prevén abandonarlo. A nadie se le escapa la complementariedad geográfica que aporta Girona.
La nueva entidad, que empezará a operar como tal a principios del próximo año como tercera caja de Cataluña y que en pocas semanas elevará oficialmente su proyecto al Banco de España, ha mimado el arraigo territorial, hasta el punto de mantener las marcas en las zonas de influencia.
La obra social, a la que han dotado 150 millones en los últimos cinco años, se redistribuirá en proporción a los volúmenes que ha venido efectuando cada caja. El director general de Caixa Girona, en declaraciones a TV-3 y Catalunya Ràdio, explicó que, para mantener la "identidad propia" de las respectivas obras sociales, mantendrán aproximadamente el 75% de los recursos cada una de las cajas, al tiempo que compartirán la gestión del 25% restante.
La futura octava caja española tendrá unos activos de 35.000 millones, unos depósitos administrados de 33.000 millones y una inversión crediticia global de 28.000 millones. Por lo que respecta a la capitalización, las cuatro cajas acumulan unos recursos propios de casi 3.000 millones de euros, y este dinero equivale a tener grado de garantía y solvencia del 12,3%. El mínimo establecido por el Banco de España es del 8%. Sabadell, Terrassa, Girona y Manlleu repartirán su estructura entre las distintas sedes corporativas, que mantendrán, junto con un domicilio social y fiscal neutro.
Penedès prefiere pactos interregionales
La Generalitat lo tiene muy claro: no quiere que el proceso de reordenación del mapa de cajas español implique una pérdida de peso financiero de Cataluña. Ayer mismo lo comentaron una vez más fuentes del Gobierno catalán, inquietas con la eventualidad de que los centros de decisión de alguna entidad se desplazaran.
Por ahora, los procesos abiertos resuelven las fusiones puertas adentro. La decisión de Girona, particularmente inquieta con la pérdida de su identidad en el marco de una operación con Caixa Catalunya y Caixa Tarragona, no priva a estas dos cajas de trabajar por su cuenta, junto con Caixa Manresa, para intentar sellar un acuerdo en breve.
Cataluña cuenta con otras tres cajas. La Caixa, la mayor, dejó claro desde el principio que su mirada está puesta más allá de las fronteras españolas y que, de dar un paso, sería por salir al rescate de una entidad con problemas a petición del Banco de España.
Caixa Laietana asegura que sigue el panorama con atención sin mover ficha y que la lógica apuntaría más hacia la búsqueda de complementariedades geográficas fuera de Cataluña. Es el mismo parecer de Caixa Penedès, cuya suma a las cajas Sabadell, Terrassa, Girona y Manlleu está descartada y cuya anexión a Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa supondría una sangría de oficinas y empleos muy difícil de digerir. Fuentes financieras aseguran que Caixa Penedès está abierta a todas las opciones y que participa de contactos. La por ahora tercera caja siempre ha subrayado su preferencia por seguir sola o casarse con alguien de fuera. A la Generalitat sólo le gustaría si fuera la catalana quien la liderara.
