Varsovia teme el abandono de Obama
EE UU pone en revisión el escudo antimisiles polaco para no irritar a Moscú
Veinte años después de la caída del muro de Berlín, Polonia aún recela de las intenciones de Rusia. Y una de las piezas clave para la estrategia de seguridad diseñada por Varsovia, el proyecto para instalar en su territorio parte del sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos, está en el aire. Tras años de estrecha cooperación (sobre todo en temas de seguridad) con Washington, Varsovia teme que la nueva Administración de Barack Obama le dé la espalda y abandone sus planes para llevar el escudo antimisiles a Polonia, elemento esencial para fortificar la frontera oriental del país ex comunista.
En la memoria colectiva polaca todavía pervive el recuerdo de cómo la Unión Soviética cooperó con Alemania para desmembrar el país en 1939. Y todavía siguen más vivos las cuatro décadas de dictadura comunista bajo el control de Moscú.
No es de extrañar que Varsovia, ante la indignación creciente del Kremlin, se apresurara a entrar en la OTAN, aceptara con gusto la invitación del anterior presidente estadounidense, George W. Bush, para albergar 10 misiles interceptores de su sistema de defensa y se convirtiera en gran defensora de la independencia de las ex repúblicas soviéticas.
Pero Obama, que mantiene una mejor relación con Rusia que su predecesor, está estudiando una posible alternativa al escudo, según una información de The New York Times, un cambio de planes que sin duda agradaría a Moscú, pero que perjudicaría no sólo a Polonia, sino también a la República Checa, donde está previsto instalar un radar.
En Varsovia, los expertos esperan que, si finalmente el proyecto se va a pique, se puedan mantener al menos algunas de las contraprestaciones prometidas por Bush en su día para modernizar el Ejército polaco. Las exigencias se centran en renovar sus defensas antiaéreas, que datan del comunismo, con un sistema de nueva generación.
No será fácil. Con el cambio en la Casa Blanca, las relaciones de Polonia con Estados Unidos están en uno de los niveles más bajos desde 1989, según los expertos. "Es importante tener una buena relación", afirma Jacek Kucharczyk, del Instituto de Asuntos Públicos de Varsovia. "Polonia debería buscar otras áreas de cooperación con Estados Unidos; hemos puesto todos los huevos en una misma cesta [el escudo] y ahora se han roto".
Sea como sea, el escudo, aunque fuertemente promovido desde el Gobierno, es bastante impopular entre los polacos -según la última encuesta, el 53% lo rechaza-, porque temen que enfurecer al Kremlin con este proyecto cause más daño del que pueda evitar.
La mayoría de los polacos sigue desconfiando de Rusia. "Un 60% de los ciudadanos considera que Rusia está intentando recuperar su influencia en su antigua esfera de dominación", explica Kucharczyk. Sin embargo, un 73% dice sentirse seguro y que la independencia del país no está en peligro.
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