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"Fue una operación normal"

Comienza el juicio por la muerte de la primera dama de Nigeria tras someterse a una liposucción en Marbella

Fernando J. Pérez

El 23 de octubre de 2005, Stella Iubayelea Obasanjo, esposa del presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, moría en un hospital privado de Marbella dos días después de haberse sometido a una liposucción en una clínica de cirugía estética de esa ciudad. El médico que dirigió la operación para extraer a la primera dama nigeriana, de 59 años, la grasa de abdomen, estómago y caderas fue acusado de homicidio imprudente porque, según la Fiscalía, "no controló correctamente la cánula con la que se extraía la grasa" y causó a la paciente cinco incisiones que le provocaron "una pérdida masiva de sangre" y la posterior muerte de la paciente por shock séptico e hipovolémico.

Ayer, durante la primera sesión del juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 6 de Málaga, el cirujano, Antonio Mena, aseguró que la intervención quirúrgica y el posoperatorio de Stella Obasanjo, fueron "absolutamente normales". El médico relató que la mujer acudió a la Molding Clinic el 31 de agosto de 2005 con la intención de hacerse la liposucción al día siguiente. "Le explicamos que la operación requería un posoperatorio y pruebas previas, por lo que fijamos la fecha en octubre".

El Gobierno del país africano se ha personado como acusación particular

La primera dama de Nigeria, un país con un PIB per cápita de 1.640 euros anuales y con el 70% de la población bajo el umbral de la pobreza, volvió en secreto a Marbella a finales de octubre decidida a operarse.

Pese a su edad y a que padecía asma, los médicos la consideraron apta para afrontar la liposucción. "Conocía su historial y antecedentes médicos, y he operado a pacientes de más de 70 años sin problemas", dijo el doctor Mena.

La intervención se realizó el viernes 21 de octubre por la mañana y duró unas dos horas y media. "Una duración normal", según el cirujano. El médico practicó a Stella Obasanjo incisiones en el pubis, en la zona sacra, bajo el mentón y detrás de las orejas, para introducir una cánula tipo Lipomatic, que extrae la grasa mediante aire comprimido.

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"Durante la operación no apareció absolutamente nada raro. La paciente se durmió bien, se la operó bien y despertó bien. Todo fue totalmente normal". El sábado 22 de madrugada, la paciente drenó suero con sangre, aunque la enfermera de guardia apreció que se trataba de algo "normal y habitual en este tipo de intervenciones". A media mañana, viéndola "estable", le sugirió darle el alta, pero su séquito pidió que se quedara en la clínica descansando un día más.

Ese día, Stella Obasanjo sufrió varias bajadas de tensión -"también frecuentes en este tipo de pacientes"-, por lo que se le administró efedrina y un parche subcutáneo de adrenalina. Finalmente, el 23 de madrugada, el abdomen de la paciente se empezó a hinchar y a presentar ampollas serosas, por lo que fue trasladada en situación crítica en un coche de la clínica Molding al hospital USP, donde falleció a las pocas horas.

Los testigos de la clínica corroboraron la versión del cirujano, que se enfrenta a una petición del fiscal de dos años de prisión y cinco de inhabilitación. El gobierno de Nigeria ejerce como acusación particular.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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