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Gran éxito de Helio Pedregal en la Zaide de Mozart-Calvino

El jueves 28, en gala privada, tuvo lugar el estreno de Zaide, con dramaturgia de 1981 de Italo Calvino. El texto vertebra el singspiel inconcluso de Mozart, que adquiere así verdadero sentido teatral: una reflexión sobre cuatro posibles desarrollos de la obra en un hermoso ejercicio dramático cercano al juego de teatro dentro del teatro. El Narrador, encarnado magistralmente por Helio Pedregal, explora las cuatro vías propuestas, llevando de la mano al espectador e iluminando su recorrido. En su primera intervención en el mundo operístico, el actor asturiano logra una integración perfecta con el resto del elenco y se echa a la espalda todo el peso de la obra, demostrando que definir la ópera como teatro cantado jerarquiza perfectamente lo sustantivo y lo adjetivo.

En el canto, destacó la voz siempre bien colocada y en estilo de Shi Yijie (Gomatz). La irregular colocación de la de Annamaria Dell'Oste la lleva a veces a una afinación insegura. Muy acertados en carácter y voz el Osmin de César San Martín y el Allazim de Stephan Genz. Menos, el Sultán de Sune Hjerrild y correctos los tres esclavos, R. Farto, D. Ferreiro y A.C. Roca. Todos superaron brillantemente la gratuita exigencia escénica de simultanear canto con ejercicios y posturas casi circenses. Por otra parte, la pretendida sorpresa, intentada por las buenas y por las malas, sólo lo fue para el numeroso público "de tifus" habitual en estas galas privadas, pero en modo alguno con el operófilo avezado.

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