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El PSOE de Sevilla firma la paz

Viera y Monteseirín se unen ante el riesgo de perder las próximas elecciones

Lourdes Lucio

Las tribus del PSOE de Sevilla fumaron ayer la pipa de la paz, convencidas todas ellas de que continuar el enfrentamiento en el Ayuntamiento de la capital andaluza sólo les llevará a un camino: pasar a los bancos de la oposición. Las elecciones municipales últimas ya las perdieron, pero la coalición de gobierno con IU permitió al PSOE conservar su alcaldía más potente, tras la de Barcelona.

La ejecutiva provincial, liderada por José Antonio Viera, y el gobierno local, presidido por Alfredo Sánchez Monteseirín, escenificaron ayer el acuerdo en una reunión celebrada en el Ayuntamiento, la casa del alcalde, otro gesto no banal de la escenificación. El mensaje que querían trasladar es que a partir de ahora trabajarán "codo con codo", como dijo ayer Viera, para sacar los proyectos de la ciudad y que irán todos a una, aunque se dan por descontada alguna que otra patada por debajo de la mesa, pero sin hacer saltar el tablero. El objetivo es ganar las próximas elecciones.

Nadie ha podido convencer a Chaves de que lo mejor era relevar al alcalde

Pero antes de que todos los actores ocuparan su lugar para la foto, ha sido necesaria mucha catequesis y la implicación del presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE andaluz, Manuel Chaves. Éste ha mantenido reuniones con Viera y con Monteseirín, citas que a escala regional se han celebrado también con los dirigentes de la ejecutiva provincial y con el grupo municipal socialista, la mitad más uno afín al alcalde y el resto a Viera. Ahora se espera que el alcalde mueva ficha y tome decisiones para dar mayor protagonismo a los concejales vieristas.

La decisión de remar en la misma dirección está motivada no sólo porque sienten muy próximo el aliento del PP, si no porque Chaves ha parado en seco cualquier operación para sustituir al alcalde en mitad del mandato, como era deseo de la dirección provincial. Ahora, como también ocurrió en 2007, nadie, ni con muchos ni con pocos galones, ni ninguna encuesta ha podido convencer al líder del PSOE de que lo mejor para su partido era la salida más o menos pactada de Monteseirín. Los sondeos -circula uno reciente en el que el PP volvería a ser el más votado pero sin escaños suficientes para gobernar- siguen diciendo lo mismo: el alcalde no suma, resta votos a las siglas del PSOE, aunque su proyecto gusta a la mayoría. Chaves, que es muy conservador en estos asuntos, no olvida la foto de 1995, cuando su partido perdió, por quitar a Pedro Aparicio y a Carlos Díaz de candidatos, las alcaldías de Málaga y Cádiz. "Pero es que ellos sí eran líderes sociales", contrapone una fuente del PSOE.

El acuerdo para preservar la cohesión interna no implica que Monteseirín vuelva a encabezar el cartel electoral en 2011. "Ese es un debate importante por resolver", aseguran fuentes de la dirección regional y se decidirá seis meses antes de la convocatoria.

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