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Reportaje:

Vivir del cambiazo

La policía detiene a seis miembros de una familia en Valencia por falsificar miles de billetes de 50 euros

No llamaban la atención. Un piso discreto, en la avenida de Peset Alenxandre, en Valencia. Un coche, un utilitario, nada ostentoso. Una familia aparentemente normal: matrimonio, dos hijos y dos nueras. "Clase media baja", decía ayer uno de los responsables de la operación policial que ha destapado un punto de fabricación de billetes falsos de 50 euros.

Un billete falso, en Segovia, fue el principio de la investigación. Era 2002. "Ha sido una operación extraordinariamente compleja", comentó ayer un responsable de la Brigada de Investigación del Banco de España, con cometido de policía judicial. Familia discreta y forma de operar dispersa.

Tampoco llamaban la atención de sus vecinos. "Vivían aquí desde hace años, como cualquier otro. Tenían dos hijos, ya independizados, que venían muy frecuentemente a verlos. Nada más", relató Isabel.

'Pasaban' el dinero amañado a través de multitud de pequeños comercios

Nadie sabía que el padre de familia ya tuvo un pasado relacionado con la estafa: billetes de 5.000 pesetas. Se adaptó al euro y con una impresora, papel y unos hologramas, logró fabricar copias de billetes de 50 euros que el Centro Nacional de Análisis calificó de "peligrosos". Es decir, fácilmente camuflables. Sometían incluso cada billete a un proceso de envejecimiento.

Un carmín, un perfume, bobinas de hilo, un lavado y marcado rápido, gasolina, hostales... cualquier pequeña adquisición servía para dar el cambiazo. Sus objetivos: pequeños comercios, sin dispositivos para detectar falsificaciones, alejados de su residencia. Por eso, a lo largo de siete años, la policía localizó falsificaciones en Valencia (1.470 billetes), Alicante (797), Barcelona (708) y Madrid (497 unidades).

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El negocio familiar implicaba a todos los miembros. En una de las habitaciones de la vivienda, el despacho para la falsificación. En lugar de cama con colcha florida, una manta de billetes perfectamente expuestos para ser colados en el mercado. Entre la ropa, bolsas de aluminio o de supermercado con fajos de billetes ya listos para salir a la calle.

El padre y la madre se dedicaban a la cuidada elaboración. Los hijos y las nueras, a hacer excursiones por separado para desprenderse de los billetes falsos y conseguir moneda de curso legal. Eso les ha reportado, dicen quienes han ejecutado la operación, cerca de 600.000 euros. No se han dedicado a otra cosa. Formación, escasa. Experiencia laboral, prácticamente nula. El Banco de España se ha incautado en España un total de 9.852 billetes correspondientes a esta falsificación.

La policía registró las tres viviendas de las tres parejas. Pero todo estaba en la de los padres: 1.400 billetes ya listos y otros 3.000 en fase de elaboración. Revuelo ayer entre los comercios próximos a la vivienda de los detenidos. "Dios mío, cuántas veces nos habrán engañado", dijo una empleada de una frutería próxima.

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