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La precampaña del 1-M
Columna
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Elecciones

Queda un mes para la fecha electoral. Los tres principales partidos hacen sus cuentas y elaboran sus estrategias y ofertas electorales. Los tres tienen puntos fuertes y débiles de cara al electorado. Cada uno resaltará sus aspectos fuertes e intentará poner en evidencia los puntos flacos de los adversarios.

Por una parte, el Partido Popular confía en que la crisis pase factura al bipartito de tal manera que pueda obtener el diputado que le falta para conseguir la mayoría absoluta. A la crisis económica, se puede añadir como factor favorecedor las divergencias de los socios del bipartito que han tenido en determinados asuntos.Las esperanzas del PP están en determinadas zonas urbanas en las que esperan mejorar resultados. Los temores se sitúan en el rural, donde desearían detener la caída ya apuntada en las municipales y generales, basándose en la fortaleza de su implantación construida en sus muchos años de gobierno.

El 15% de votantes que decidirán la nueva Xunta se decantarán por el líder que les dé más seguridad

La situación del partido a nivel general no le ayuda mucho dada la crisis evidente y no resuelta. Su líder en Galicia no ha conseguido presentar propuestas que inspiren sensatez y confianza.

Muchas de sus críticas no tienen credibilidad, dado que la gente compara lo que dice con las actuaciones del gobierno del PP del que fue miembro destacado. Los ciudadanos piden un mínimo de coherencia y cuatro años es un periodo de tiempo pequeño para haber olvidado. A estas dificultades se debe añadir el hecho de no contar con una televisión pública favorable como la tenía hace cuatro años, ni tampoco con muchos alcaldes. El PP sólo gobierna en ayuntamientos que representan alrededor del 30% del total de la población gallega. Por último, hace cuatro años, el nombre de Manuel Fraga, a pesar de su desgaste, tenía aún tirón entre ciertos sectores, lo que le falta a su líder hoy en día.

El BNG cuenta a su favor la buena gestión realizada en alguna consellería como la de Medio Rural o el esfuerzo realizado en la innovación ejecutada por empresas. Espera obtener un crecimiento en el rural y parar de esta manera el continuo descenso porcentual hasta las últimas autonómicas y los tímidos resultados de las pasadas generales. Se maneja bien con los medios de comunicación. En el mundo académico aparece frecuentemente con una gran influencia a pesar de tener un peso muy limitado, al menos en las tres universidades. Sus problemas internos han sido hábilmente minorizados de tal manera que parecen totalmente superados. En su debe hay que hacer constar ciertas políticas clientelares y extremismos innecesarios de algunas de sus bases de su entorno, así como una falta de eficacia en la implantación de la ley de dependencia. Tampoco le favorece la sensación que a veces ha transmitido de estar al mismo tiempo en el Gobierno y en la oposición, dando muestras de falta de madurez.

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El PSdeG-PSOE cuenta a su favor la impresión de sensatez, cercanía y competencia que da su líder y por ello es el mejor valorado en todas las encuestas publicadas. También le favorece la gestión de varias de sus consellerías que aportaron solidez a todo el Gobierno gallego, así como los esfuerzos realizados en Educación,donde en cuatro años se aumentó el presupuesto en más de 500 millones de euros,poniendo en marcha ambiciosos programas para mejorar el nivel de nuestros alumnos y reducir el fracaso escolar. Igualmente se valoran positivamente las medidas sobre protección costera y en general el control de la construcción. El volumen importante de inversiones realizadas por el Gobierno central, al ser visibles a lo largo y ancho de la geografía gallega,desmontan las campañas en contra realizadas y son también percibidas positivamente. En su contra puede jugar fundamentalmente la crisis económica con su carga de pérdida de empleo. Igualmente su política de comunicación y relación con los medios no ha sido lo eficaz que debiera.Varias acciones importantes realizadas no han sido visualizadas convenientemente por lo que no han sido valoradas por los ciudadanos. Por último, también puede perjudicarle una abstención considerable, que como siempre, afecta más a la izquierda.

Hasta aquí, los pros y contras, los factores positivos y negativos de cada partido.Sin embargo, en los tiempos actuales dominados por la crisis económica, los votantes no se decidirán por ninguno de los apartados concretos señalados anteriormente. Al menos esa proporción de votantes, no mayor de un 15%, que son los que pueden cambiar el voto de una elección a otra. Para esos votantes lo fundamental será que líder y partido les den más confianza, seguridad y sensatez en estos tiempos de crisis y dificultades.

Confianza, seguridad y sensatez no se construyen en dos meses sino a lo largo de años. Por eso, la suerte está ya echada,aunque sea importante motivar la participación.

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