José Luis Martín Berrocal, empresario y ganadero
Diversificó su actividad entre los toros, el fútbol y el boxeo
A la edad de 76 años falleció en la madrugada de ayer, en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, el que fue polifacético empresario y ganadero de reses bravas, José Luis Martín Berrocal. La muerte se produjo como consecuencia de un derrame cerebral. Había nacido en Madrid el 24 de noviembre de 1932. Heredó, en unión de sus hermanos, la empresa de autobuses La Sepulvedana, fundada por su padre, y a partir de este negocio amplió y diversificó, en solitario o en unión de su hermano Pablo, sus actividades empresariales. Tal vez la más destacable sea la labor que desarrolló dentro del mundo de los toros, donde se inició en los años sesenta llevando algunas plazas de relativa importancia, hasta llegar, en el año 1980, a ser empresario de la plaza de toros de Las Ventas, tras hacerse socio mayoritario de la empresa Taurina Hispalense, a la que poco antes había llevado el taurino sevillano Diodoro Canorea a obtener la concesión del coso madrileño.
El ascenso de Martín Berrocal a la titularidad de la empresa de la plaza de toros de Madrid se produjo tras serias divergencias con el mencionado socio sevillano y tan sólo tuvo un año de duración. Lo más destacable de su gestión fue la instauración de las llamadas "corridas mixtas", en las que tomaban parte un rejoneador, un matador de toros y un novillero, modalidad que resultó de efímera duración.
Como ganadero de reses bravas, llegó a poseer hasta cuatro hierros distintos, entre los que destacaron los de El toril y Cernuño, de procedencia Núñez, de los que se deshizo posteriormente, para dedicarse al apoderamiento de matadores, entre ellos Dámaso González y Juan Mora, quien se convirtió en yerno suyo al casarse con su hija Marisa. También llevó los asuntos en América de su otro yerno torero, Manuel Díaz El cordobés, quien contrajo matrimonio con su hija Vicky, conocido personaje mediático, unión que fue disuelta unos años después. Efectuó, asimismo, sendas ofertas de exclusivas millonarias a los espadas Antonio Ordóñez y Paco Camino para procurar su regreso a los ruedos a principios de los años ochenta, pero fueron desestimadas por ambos matadores.
El fútbol fue otro espacio en el que desarrolló una importante actividad. Presidente en su juventud, a mediados de los años sesenta del Recreativo de Huelva, optó, sin éxito a la presidencia del Club Atlético de Madrid en los ochenta. Fue también dueño, en 2004, del Club Deportivo Logroñés. Su gestión al frente del mismo tampoco resultó fructífera, dejando al equipo riojano al borde de la desaparición.
El boxeo fue otra de sus grandes aficiones. Habitual promotor de combates en los años setenta y ochenta, fue representante del púgil hispano-uruguayo Alfredo Evangelista, a quien llevó a pelear a Londres con el campeón de los pesos pesados, Mohamed Alí, anteriormente conocido como Cassius Clay.
Deja viuda y cinco hijos. Sus restos mortales serán enterrados hoy en Sevilla, tras haber permanecido expuestos en el tanatorio de esta misma ciudad.
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