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Crónica:Fútbol internacional
Crónica
Texto informativo con interpretación

La lesión de Cesc apaga la luz

Empate del Liverpool ante un Arsenal con diez

Jordi Quixano

Cuando se marchó Cesc, con la rodilla hinchada por meter el pie en un balón divido -tres semanas de baja-, se esfumó el Arsenal, que aguantó el tipo con uno menos -fue expulsado Adebayor- frente a un Liverpool de fútbol menos adornado, pero más pragmático. Sigue el Liverpool líder de la Premier, con ocho puntos de ventaja sobre el Arsenal, pero sólo dos sobre el Chelsea, que visita hoy al Everton.

Wenger no rehusó del juego estilista que le define. Pero se guardó de presionar arriba, arma clave para los equipos que se trabucan en la salida de la pelota. Fue una argucia, un juego de restas. Mermó el Arsenal su protagonismo en campo adverso al tiempo que desarticuló los contragolpes del Liverpool. La apuesta de Wenger, sin embargo, también rebajó las intervenciones de Cesc, que actuó de medio centro cerrado, poco dado a pisar el área rival. Pero el capitán de los gunners, con pies como manos, se las ingenia donde sea. Ya lo hizo ante el Fenerbahçe (Champions) y repitió anoche. Un pase de 40 metros a quien se desmarque. Van Persie, con un control de pecho de espaldas, se giró como un rayo y le pegó con la derecha. Obra de arte de RVP, que ya doblegó al Chelsea este año con dos goles.

ARSENAL 1 - LIVERPOOL 1

Arsenal: Almunia; Sagna, Gallas, Djorou, Clichy; Denilson, Song, Cesc (Diaby, m. 46), Nasri (Eboué, m. 90); Adebayor y Van Persie. No utilizados: Fabianski; Wilshere, Silvestre, Ramsey y Vela.

Liverpool: Reina; Arbeloa, Carragher, Agger, Insúa; Alonso, Lucas (Ngog, m. 87); Kuyt, Gerrard, Riera (Babel, m. 69); y Keane (El Zhar, m. 80). No utilizados: Cavalieri; Hyypia, Plessis y Benayoun.

Goles: 1-0. M. 23. Van Persie controla, se gira y remata. 1-1. M. 42. Keane ve puerta tras un disparo a bote pronto.

Árbitro: W. Grey. Amonestó a Keane, Van Persie, Sagna y Carragher. Expulsó por doble amarilla a Adebayor (m. 61).

60.094 espectadores en el Emirates.

Sin Mascherano, griposo, el Liverpool perdió músculo en el eje. Y, sin contraataques, perdió identidad. Por lo que Benítez -desde su casa y por teléfono tras su operación de cálculos renales- ordenó saltarse todos los pasos. Tres o cuatro pases cortos en posiciones retrasadas y pelotazo hacia el punta. Algo posible porque Djorou se duerme en los laureles con facilidad. Keane lo aprovechó. A la primera, cedió el balón a Gerrard, que erró. A la segunda, a bote pronto, reventó el cuero y selló las tablas. El Arsenal, sin Cesc ni Adebayor, no falló más. El Liverpool, poco ofensivo, se contentó.

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