Los títulos familiares, último truco de la industria para ampliar mercados

Los llamados juegos sociales o familiares han provocado el aumento del consumo de videojuegos. Se habla de que la cifra de consumo de videojuegos se elevó hasta 1.454 millones de euros durante 2007 y en parte fue gracias a la efervescencia provocada por este tipo de juegos.

El término juego social es amplio, pero principalmente se refiere al entretenimiento que se comparte con otros jugadores, principalmente amigos y familiares, por lo cual su forma de juego es sencilla, y la diversión rápida.

Títulos como Sing star, Buzz, Guitar hero y Scene it? se encuadran en este género. El prototipo de comprador de estos juegos es amplio porque los adquieren tanto el aficionado habitual como aquel que no ha jugado nunca pero se atreve con ellos por su sencillez de manejo y su temática abierta y atrevida.

Nintendo fue uno de los pioneros en apostar por este tipo de juegos y lanzó Wii, una consola que principalmente iba a conquistar al consumidor que accedía por primera vez al mundo del ocio electrónico. Nintendo DS, la consola portátil de la marca japonesa, también fue una clara jugada para atraer nuevos consumidores y los títulos se englobaron bajo el epígrafe Touch Generation, como Brain training, el entrenador cerebral que ha conseguido captar sectores de población que hasta la fecha habían tenido un contacto nulo con el ocio electrónico. Nintendo ha usado este tipo de producto como puerta de entrada hacia sus sagas de toda la vida, como Zelda y Mario.

El segmento de la población que ahora accede a estos títulos es principalmente adulto y femenino. El resultado es que los videojuegos están dejando de ser vistos como algo extraño y nocivo, pero los jugadores de siempre se quejan de que la industria no innova porque con los juegos sociales tienen más beneficios con menos riesgo.