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La temporada de esquí en el Pirineo empieza en noviembre por vez primera en décadas

La crisis económica no parece que vaya con el negocio del esquí. Las nevadas de este noviembre han propiciado que las estaciones del Pirineo arranquen la temporada a plena velocidad este fin de semana, cuando en las últimas décadas el curso no empezaba hasta diciembre. Hoy estrenan temporada Baqueira-Beret, La Molina y las estaciones de esquí de Andorra. La Masella ya estrenó sus pistas de forma parcial el pasado fin de semana con una afluencia de 8.000 esquiadores. Se trata de un acontecimiento histórico: el complejo del valle de Aran nunca había abierto tan pronto en sus 44 años de historia. En La Molina y La Masella, en Girona, no recuerdan una apertura por estas fechas desde la década de 1970.

A partir de los 2.000 metros de altura el grosor de la nieve supera el metro y las perspectivas climáticas son muy favorables. La nieve ha cogido por sorpresa a los propios responsables de las estaciones, habituados a planificar la apertura del negocio para diciembre. "Esta nieve tan prematura es un regalo del cielo", asegura Martí Rafel, director de Vallnord. "El año pinta bien", añade Joaquim Alsina, director de la Asociación de Estaciones de Esquí y de Montaña (Acem). Los empresarios catalanes prevén alargar la temporada hasta mayo, por lo que esperan superar el récord de los 2,4 millones de forfaits vendidos en el curso de hace cuatro años.

Oficialmente la temporada no se abrirá hasta el puente del 6 de diciembre pero hoy mismo las tres grandes zonas de esquí del Pirineo catalán ya estarán en funcionamiento. Baqueira Beret, con 51 kilómetros esquiables de 108, ofrece la mayor oferta. Hoy se abrirán las zonas de Baqueira, Bonaigua y Argulls, con espesores de nieve de entre 50 y 135 centímetros. "Si no abrimos todas las pistas es sólo por problemas de los contratos de personal", señala un portavoz de Baqueira-Beret. Eso ocurre en la mayoría de estaciones, cuyos contratos sólo tienen vigencia a partir del 1 de diciembre.

La Molina abre 16 de las 52 pistas del complejo: 15 kilómetros esquiables y con un forfait reducido de 33 euros. La Masella, que abrió hace una semana, ha ido ampliando su área de esquí hasta alcanzar los 37 kilómetros.

Andorra, con Grandvalira y Vallnord, se suma al estreno prematuro del curso con el 60% de sus pistas abiertas y un coste reducido de 18 euros el forfait en Vallnord, y 20 en Grandvalira. Estos precios sólo estarán vigentes este fin de semana.

A partir del 29 de noviembre, la temporada de esquí estará abierta en su totalidad en el resto de los centros catalanes del Pirineo. Las estaciones ya se muestran muy optimistas con vistas al puente de la Constitución del 6, 7 y 8 de diciembre. Desde el patronato de turismo de Lleida se informa de que las reservas para estos días son incluso más altas que las del año pasado. "Sólo hay tres días de fiesta. Pero con tanta nieve esperamos que el número de clientes podrá aumentar", vaticinan.

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