La producción de hormigón cae el 30% y espera un repunte para 2010
La asociación de fabricantes, preocupada por la situación de los ayuntamientos
El presidente de la delegación Valenciana de la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop Valencia), Ramón Vázquez, reveló ayer que la industria cerrará el año con una reducción de hasta el 30% de la producción. El año anterior se produjeron 10,7 millones de metros cúbicos, que la crisis de la construcción rebajará en el presente ejercicio hasta unos 7 u 8,1 millones.
No obstante, Vázquez se mostró confiado en que en el último trimestre de 2009, o a principios de 2010, la industria experimente un repunte, aunque en principio sea "tímido". El presidente constató que el sector de la construcción "va mal" y subrayó que "la crisis se está agudizando" y que "las expectativas son inciertas". Hasta el mes de junio, la producción de hormigón preparado en la Comunidad Valenciana se situó en 37,66 millones de metros cúbicos, lo que supone una caída del 27,55%, el cuarto descenso mayor de España, superando la media nacional (24,04%).
Anefhop denuncia la falta de liquidez que padecen los fabricantes
Vázquez, sin embargo, se mostró optimista al confiar en que las empresas con dificultades económicas a las que sirve el sector puedan resolver sus problemas de liquidez "en 10 o 12 meses". Asimismo, confió en la capacidad de dinamismo de la Comunidad Valenciana, "mayor que la de otras autonomías".
El presidente de Anefhop explicó que el sector sufre la falta de liquidez que provoca tanto la política bancaria como "los abultados aplazamientos de pago" que están sufriendo los productores. En ese sentido, se mostró preocupado por la situación de las administraciones locales, "muy importantes para dinamizar la economía", y con escasa fortaleza económica. Según explicó, los consistorios "se han acomodado a ingresos excesivos de los que ahora no disponen", lo que está provocando retrasos en los pagos que pueden agravar la situación de las empresas. Vázquez pidió a los ayuntamientos "sensatez para realizar un esfuerzo inversor que genere empleo en el municipio", pero sin caer en los excesos de los años de bonanza.
Con todo, apostó por dinamizar las infraestructuras y promover la construcción de carreteras, ferrocarril, servicios públicos de transporte y logística para facilitar nuevas ubicaciones para las empresas en zonas más deprimidas que permitan costes menores, y se mostró convencido de que este tipo de actuaciones "seguro que llevan riqueza a estas zonas" y contribuyen a "dinamizar el sector privado".
