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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

William R. Stall, periodista de 'Los Angeles Times'

Ganó el Premio Pulitzer en 2004 por sus editoriales sobre California

El diario Los Angeles Times ha perdido uno de sus premios Pulitzer con la muerte del editorialista de este periódico californiano William R. Stall. El periodista falleció el pasado 3 de noviembre a los 71 años en Sacramento víctima de una afección pulmonar, confirmó George Skelton, amigo y compañero de trabajo en el citado diario. Stall fue galardonado con el Premio Pulitzer en 2004 por una serie de editoriales que bajo el título de Reinventando California, describían cómo el recién elegido gobernador de California Arnold Schwarzenegger debía de afrontar la complejidad de los problemas económicos y políticos del Estado cuando llegó al poder. La serie de editoriales, publicados entre octubre y diciembre de 2003, está disponible en la página web del diario: latimes.com/billstall.

Fueron cerca de 50 años de carrera profesional que Stall dedicó casi por completo a temas políticos, gubernamentales y medioambientales. Años en los que siguió el legado de todos los gobernadores californianos de su tiempo, desde Ronald Reagan en 1967 hasta la marcha de Gray Davis y la entrada de Schwarzenegger en la política en unas elecciones anticipadas que marcaron un cambio en el rumbo del Estado.

Nacido en Filadelfia, su carrera como periodista comenzó en la Universidad y antes de formar parte de la plantilla de Los Angeles Times trabajó en la agencia The Associated Press, además de servir brevemente como secretario de prensa del gobernador californiano Jerry Brown. Dentro del periódico, Stall trabajó en la sección de información local antes de encargarse de temas políticos y medioambientales desde Washington. En 1997 pasó a formar parte del equipo editorial, con sede en Sacramento, hasta 2006, cuando dejó el diario por una reducción de plantilla. Desde su jubilación anticipada era habitual ver el nombre de este columnista en las páginas de Opinión del periódico, incluso cuando su salud empezó a dar claras muestras de declive por culpa de un enfisema.

Amante de la escalada y del esquí, Stall es recordado entre sus compañeros por su talante amistoso y humilde, algo que demostraba utilizando el diminutivo de Bill como nombre. También por mantener el humor, la calma y la educación en los cierres más estresantes. Además, siempre tímido a la hora de hablar de su galardón, prefería mencionar esos otros editoriales de los que se sentía más orgulloso. Su preocupación por la política y el medio ambiente le acompañó hasta la muerte y ya en cuidados paliativos, Stall prefirió votar por correo por si no llegaba con vida a las pasadas elecciones presidenciales.

Casado con Anne Baker, Stall deja viuda y dos hijas, además de seis nietos.

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