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Reportaje:Décima jornada de Liga

El apuntador se bate con el maestro

Márquez, técnico del Espanyol, aprendió con Lotina, responsable ahora del Depor

Jordi Quixano

"¿Y si cambiamos a fulanito por menganito y metemos a este otro más adelantado?", sugirió a modo de pregunta, siempre respetuoso con la jerarquía. Miguel Ángel Lotina, entonces técnico del Espanyol, se giró, abrió los ojos como platos y asintió. "Fue un detalle, una apreciación complicada de ver", reconoce el ahora entrenador del Deportivo, que no recuerda exactamente el partido; "pero me demostró su facilidad para leer los partidos. Tiene una gran capacidad para adelantarse a los acontecimientos". Habla sobre Tintín Márquez, el que entonces era su discípulo -entre 2004 y 2006- y ahora es técnico blanquiazul. Hoy se baten en Riazor. "Una alegría porque me mido a un amigo", contestó Márquez.

Admirador de Johan Cruyff como futbolista y técnico, e influido por Jorge D'Alessandro, a Márquez le llegó la oportunidad de dirigir al Espanyol tras marcharse Ernesto Valverde este año al Olympiakos griego. "Los otros candidatos no aportaban nada distinto a lo que teníamos en casa", replicaron desde la dirección deportiva blanquiazul. No respondieron favorablemente, sin embargo, técnicos como Djukic, Simeone y Laudrup. "Preferimos la apuesta atractiva de Márquez", sentenciaron desde el club. Cuando Lotina planificaba los entrenamientos y los encuentros, Márquez dejaba su marca. "Siempre eran aspectos ofensivos", reconoce Lotina. "Le gusta el fútbol de ataque", añade Valverde. "Todos sus apuntes son exactos. Se nota que le gusta mirar al marco adversario", abunda Luis García. Pero el Espanyol, hasta la fecha, es un equipo de poca llegada y pegada -suma siete tantos y es el cuarto equipo menos goleador-. "En defensa tampoco falla", replica Jarque; "a mí me reconvirtió a central y no me ha ido mal".

"Sabe cómo trabajo y pienso", apuntó Lotina. "Aprendí muchas cosas de él; tiene talante, acaba de cumplir 300 partidos en Primera", resaltó Márquez. Dos estilos, un maestro, un discípilo y un partido.

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