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Igor Yebra y el Ballet de Julio Bocca actúan en Caixanova

El programa especial reunido bajo la denominación Estrellas en danza, que hoy (20.30 horas) se representa en el Teatro Caixanova de Vigo, ofrece al público gallego la primera oportunidad para descubrir el trabajo del bailarín bonaerense Julio Bocca, quien, desde su retirada de los escenarios en 2007, está dedicado en exclusiva a dirigir la compañía que él mismo fundó hace 18 años, el Ballet Argentino.

"Es extraño no compartir la escena con él", explicaron ayer en Vigo los bailarines Cecilia Figaredo y Hernán Piquín, "pero desde siempre ha llevado la dirección y el peso de las decisiones, por lo que no supone un gran cambio para nosotros". El relevo como primera figura masculina lo ha tomado Igor Yebra. El bilbaíno conoce el elenco desde hace más de una década; de hecho, en tres ocasiones anteriores formó pareja artística con Eleonora Cassano, toda una celebridad en su país y figura emblemática de este ballet en el que solía hacer dúo con Bocca.

A modo de gala y con un repertorio heterogéneo, los 16 bailarines se combinan para desgranar tangos, pasajes folklóricos y números de autores clásicos, como un dúo de Romeo y Julieta escenificado por Yebra y Cassano. Incluso se marcan un combinado multilingüe del famoso tema Bésame, que estrenan en su gira española y que resulta ser uno de los favoritos del público según cuentan.

'El cisne' sorpresa

Poco antes del remate del espectáculo llega una de las sorpresas de la noche, en el momento en el que Yebra defiende en solitario su propia coreografía de El cisne, una pieza habitualmente ejecutada por mujeres. "Es mi versión particular y funciona bien, aunque al principio la gente se asustaba", comenta el primer bailarín.

Cassano y Yebra remarcan la importancia de este tipo de montajes para acercar el ballet al público y sorprender a los aficionados. "Uno de los fallos que más persisten en España es la creencia de que lo clásico cansa y hay que tener cuidado con este discurso que equivale a desechar a Beethoven o los cuadros del Museo del Prado", advierte el bailarín, quien constata que la técnica clásica sigue llenando teatros. "Creo que hay cabida para todo, pero yo, para poder venir a actuar aquí, he tenido que hacerlo con el Ballet Nacional de Lituania, la compañía de la Ópera Nacional de Burdeos o con el Ballet Argentino".

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