_
_
_
_
_
Reportaje:NATIXIS

El guerrero de la carretera

Es más difícil ganar en la carretera, como a lo mejor no tarda en descubrir David Einhorn. El gerente de Greenlight Capital, el fondo de cobertura neoyorquino, tenía razón al pensar que Lehman Brothers estaba sobrevalorada. Einhorn sostiene ahora que el banco francés Natixis está tan infravalorado que la propuesta emisión de acciones preferentes por 3.700 millones de euros no tiene sentido.

Natixis necesita más capital para compensar las pérdidas provocadas por la crisis crediticia. Pero una emisión de acciones apenas es un aliciente hoy. Las acciones han bajado un 70% desde que Natixis se creó, a partir de las divisiones de banca de inversión de Banques Populaires y Caisses d'Epargne, en 2006. Cada una es propietaria del 35%, de modo que tienen la última palabra. A su vez, Natixis es dueño del 20% de cada grupo matriz.

El plan alternativo de Einhorn es complejo, pero puede reducirse a una permuta de en torno al 40% del interés de Natixis en los grupos matrices por nuevo capital. Las matrices conservarían el mismo porcentaje del banco, pero éste poseería un porcentaje menor de ellas. Y el ratio de recursos propios de Natixis acabaría siendo superior que con la emisión de acciones preferentes, al tiempo que impediría que las matrices elevaran su control de manera barata: suscribiendo una emisión de acciones preferentes infravaloradas.

La lógica financiera es buena, aunque Natixis perdería parte del flujo de beneficios estable que le proporcionan los activos que posee de sus grupos matrices, que produjeron casi la mitad de sus ingresos netos el año pasado.

Es cierto que los inversores no dan a Natixis mucho crédito por las participaciones. Las acciones cotizan a menos de la mitad del valor contable. El problema de Einhorn es que está discutiendo con la mayoría de los accionistas, que parecen bastante satisfechos con la estructura circular. Al igual que su rival, Crédit Agricole, Natixis se creó basándose en estas participaciones recíprocas. Todos los accionistas externos, incluido Einhorn, lo sabían cuando invirtieron.

Cuando sólo faltan semanas para la emisión de acciones, el impulso podría ser imparable, sobre todo teniendo en cuenta la distancia geográfica y cultural. -

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_