Imponer el ritmo desde el inicio
Crear una identidad, tener un estilo propio, ser un equipo reconocible en lo que hace y en cómo intenta hacerlo independientemente del acierto o de la forma individual, que pueden ir o venir, siempre es el objetivo principal de un grupo de personas que quiere llevar a cabo una tarea juntos. Y ésta sigue siendo la asignatura pendiente de la selección española, en la que, de momento, continúa siendo más evidente el sincero esfuerzo de técnicos y jugadores para encontrar el patrón que mejor se ajuste a las ideas de unos y las características de otros que la sensación de haberlo conseguido.
Salir a defenderse conociéndose a sí mismos y a los rivales, hacerlo porque se cree que esto es el camino ganador y no un arreglo a una mala salida, pasarse la pelota sin pensárselo y no delegar el acierto en el tiro y la anotación individual a la sensación de encontrarse cómodos en el equipo y en el partido: aunque el sistema de juego y de entrenamiento tengan su importancia, quizás ahora es el trabajo psicológico y táctico el que adquiere el máximo protagonismo.
Croacia merece respeto. Está jugando en bloque y cada uno parece haber asimilado su papel
El cruce que ha tocado no es inasequible, pero Croacia merece respeto: pierde en tiro de tres puntos con la baja de Popovic, pero, si recupera a Planinic, mantiene una línea de perímetro creativa y peligrosa, en la que todos pueden tratar la pelota y lanzarla con acierto, con Marko Tomas hasta ahora en plan protagonista; los jugadores interiores se complementan bien entre ellos y pueden actuar bastante bien cerca de la canasta y a 4-5 metros de ella; Prkacin juega bien de espaldas y Rozic puede actuar de cuatro táctico, aunque esté jugando más en el puesto de tres. Defensivamente, cumplen, tienen más capacidad atlética que fuerza física y la zona es un recurso que Repesa utiliza sin abusar, pero casi en todos los partidos. Han presionado a todo campo por momentos, pero no tienen cualidades para hacerlo con continuidad. Están jugando en equipo y parecen haber asimilado bien el papel de cada uno en el grupo.
Si España impone y mantiene su ritmo, creo que Croacia no lo podrán aguantar. Pero hay que hacerlo desde el primer minuto, independientemente de quien salga de titular.