Más grupo que 'all star'
Decía Dwayne Wade tras jugar contra Grecia: "Esta vez sí conocíamos a los rivales. He repasado sus características individuales antes del partido. Conocíamos perfectamente sus sistemas y por ello íbamos un segundo por delante en casi todas las jugadas defensivas". Las palabras de la estrella de Miami Heat confirman el cambio de actitud de Estados Unidos respecto al reciente pasado: más humildad, mejor preparación, más rollo equipo que all star.
Siguen atléticamente fortísimos, con una línea de perímetro muy buena, y si les dejas correr parecen imparables. Sin embargo, no son imbatibles. Han traído a los mejores en los puestos perimetrales, pero las renuncias han debilitado mucho el juego interior, en el que (aparte de Boozer) los que aquí están de cinco juegan de cuatro en sus equipos (Howard, Bosh) y el cuatro titular (Anthony) actúa de alero.
Tienen muy poco juego de espaldas al aro. Tienen momentos del partido (sobre todo, contra la defensa en zona) en los que sus ataques se reducen a una cadena de tiros de tres puntos y su quinteto titular no parece muy compensado (siempre mejoran con las rotaciones).
Un par de veces me he enfrentado con mis equipos a conjuntos NBA: Scavolini contra Nueva York en 1991 (derrota en la prórroga) y Unicaja ante Memphis en 2007 (victoria). Casi 20 años de diferencia, pero las mismas sensaciones tácticas de lo que hay que hacer y no hacer para competir y ganar. A ver: ser agresivos a la hora de correr y penetrar, sin dudar ni abusar del bote. Son más eficaces defendiéndose en estático que bajando y cada indecisión con la pelota en la mano puede causar una pérdida y un contraataque, en el que son tremendos. Hay que tener clara su explosividad y elevación a la hora de mover el balón, tirar y cerrar el rebote. Tienen unos tiempos de reacción (anticipación y salto) superiores a los que los europeos están acostumbrados a afrontar. España debe atacarles dentro la pintura con fuerza y peso, más que intentando tirar por encima de su capacidad taponadora, y no concederles nunca la penetración uno contra uno, sino enviar ayudas lógicas, intentar intimidarlos con la envergadura de los Gasol y forzarles a sacar la pelota fuera y tirar de lejos. Y, finalmente, ajustar la defensa zonal a su ataque: por más que hayan progresado, sólo tienen un par de sistemas, y bastante previsibles.
Dejo una pregunta en el aire: con vistas a una posible final, ¿conviene sacar toda la artillería táctica o competir guardando armas? Por suerte, no me toca a mí decidir.
