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Entrevista:ROBERT KORZENIOWSKI | Técnico de Paquillo Fernández | PEKÍN 2008 | Atletismo

"El oro es nuestro objetivo"

Carlos Arribas

El ex marchador polaco, con cuatro campeonatos olímpicos y tres mundiales ganados, dirige ahora la preparación de la máxima esperanza del atletismo español, Paquillo, que llega a Pekín con dos medallas olímpicas. Un riguroso plan de entrenamiento avala su candidatura al oro.

"La edad de oro de los marchadores está entre los 31 y los 35 años"
"Mi papel consiste ahora en hablar con él e instruirle, más que en el entrenamiento"
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El marchador granadino Paquillo Fernández es el atleta español más regular en las alturas. Sus últimas tres competiciones universales, unos Juegos y dos Mundiales, las ha saldado con medalla de plata. "Pero ahora, a los 31 años, entra en la edad de oro", promete su entrenador, el polaco Robert Korzeniowski (Lubaczów, 1968), la gran leyenda de la marcha: cuádruple campeón olímpico y triple mundial. Mientras su pupilo, que competirá en la madrugada de mañana, sábado, a las 3.00, ultimaba en Japón su preparación, Korzeniowski, mánager general de TVP Sport, un canal especializado en deportes, dirige el operativo en el centro televisivo.

Pregunta. Paquillo ha estado sólo dos semanas en Japón y usted, su entrenador, lleva aquí todos los Juegos...

Respuesta. Las últimas semanas ha estado concentrado en Matsue, en Japón, en el mismo sitio en el que hizo la adaptación antes del Mundial de Osaka, el año pasado. Estuvo muy bien en 2007 y este año está mejor aún, con más confianza incluso. Sigue el mismo modelo durante dos semanas, hace exactamente lo mismo y yo estoy tranquilo, no necesito estar a su lado. No tengo ninguna duda respecto a su adaptación.

P. ¿Pero es necesario todo ese montaje? Hay atletas que llegan directamente de España la víspera de su competición y no lo hacen mal...

R. El año pasado, Paquillo se asustó al llegar a Matsue por el calor, por el sofoco. Claro que lo necesita. En España hace calor, pero aquí es diferente, lo que lo cambia todo es la humedad, aunque, quizás, después de la lluvia de estos días no sea tan duro.

P. Este año, Paquillo se ha entrenado y competido en medio mundo. ¿Es necesario tanto viaje?

R. Ha estado en Polonia, en Guadix, en Punta Umbría, en Suráfrica, en México, en Japón... Son etapas necesarias en su preparación, climas distintos en cada momento del año. Es necesario, además, que cambie mucho para que no se aburra en la rutina. Por ejemplo, en Polonia se entrena en carreteras de asfalto sin tráfico entre pinares. Eso sólo lo puede encontrar allí. Y luego necesita volver a los sitios que le gustaron, visualizar de nuevo las cosas buenas, tiene que seguir la melodía de los gustos de su corazón. Se ha transformado en un ciudadano del mundo, ya no se limita. Tiene amigos, conocidos en todos los países: eso es la riqueza del hombre. Y ya habla un poco de inglés y cuando se entrena con los irlandeses nadie habla español. Y ya sabe el suficiente polaco para comprar el pan, para echar gasolina...

P. Hablaba usted de mayor confianza en sus medios por parte de Paquillo...

R. Ya tiene 31 años, ha entrado en la edad de oro de los marchadores, que va de los 31 a los 35, más o menos...Y él lo sabe.

P. O sea, ¿que hasta ahora sólo ha estado creciendo? Pero si lleva ganando medallas desde hace casi diez años...

R. Y ahora está confirmando sus posibilidades, madurando... Está muy bien preparado, pero tiene más confianza que hace unos años porque confirma las etapas de crecimiento con buenas marcas. Así ha sido todo el año, excepto en la prueba de México, donde sufrió molestias estomacales. Ya se sabe, la flora bacteriana de México es difícil de controlar, no se puede evitar a veces. Y además acaba el ciclo olímpico con un mejor conocimiento del atletismo, de la estrategia de carrera, un mejor conocimiento de sí mismo.

P. ¿Por eso siempre sucumbe ante Jefferson Pérez?

R. Pero ya sabe cómo se gana el oro. En las dos Copas del Mundo que ganó demostró que sabe luchar, que poco a poco tiene una mejor preparación mental para pruebas tácticas.

P. Y aun así, en los Mundiales...

R. Las dos medallas de plata no son dos casualidades. En la primera, la de Helsinki, no lo podía hacer mejor. Compitió al 200% de su capacidad y con una úlcera de estómago. Y en Osaka fue la primera vez que sobrevivió a una prueba táctica, en la que no pudo avasallar con su fuerza de monstruo físico. Si él iba a su ritmo y no le seguían, le valía, pero si los demás jugaban con los ritmos, cambian, más lento, más rápido, no sabía cómo portarse.

P. Y usted le está enseñando...

R. No del todo. Eso es algo que el entrenador no le puede enseñar, es un conocimiento interior al que el atleta debe llegar solo, es como un sexto sentido que le permite interpretar la respiración de los rivales o el sonido de sus pies sobre el asfalto para saber cómo están. Es algo que sólo puede aprender él.

P. Habla de un sexto sentido... ¿Eso quiere decir que es un conocimiento innato que debe desarrollarse?

R. Eso, eso, pero se desarrolla con la experiencia y la curiosidad, con hambre de conocer el mundo. Si no quiere abrirse, es imposible. Y hay atletas que prefieren no pensar, que sólo obedecen lo que les dice el entrenador, que sólo creen en eso, y son menos competitivos.

P. ¿Y cómo es su relación con él? ¿Cómo hace para que no se limite sólo a obedecerle?

R. Mi papel consiste menos en planificar el entrenamiento puramente físico, que a estas alturas es obvio, que ya se lo sabe de memoria, y más en hablar con él e instruirle. Abrirle a campos nuevos de conocimiento, a distintas experiencias prácticas y vitales. Soy, podría decirse así, un entrenador humanista.

P. ¿Y cómo se traduce eso en la práctica?

R. Le digo que lea, que lea mucho, que viaje, que abra los ojos, que se interese por otras cosas que no son el atletismo. Por ejemplo, tiene un trabajo en Guadix, con la fundación de deportes. Eso ya le proporciona una idea de futuro, un objetivo, algo que hace que no esté sólo pendiente de su carrera deportiva. Es la búsqueda de un equilibrio completo, un círculo que se tiene que cerrar con el oro.

P. ¿El oro olímpico?

R. Luchamos por el oro. El oro es nuestro objetivo único, aunque, claro, si al final cae otra medalla tampoco la vamos a desdeñar.

P. ¿Qué saben de Jefferson Pérez?

R. No nos interesa saber nada de él, no queremos escuchar los ruidos que llegan de su campo. Siempre nos dicen que está medio lesionado, pero luego llega y gana. Otros rivales difíciles serán el joven mexicano Eder Sánchez o el tunecino Hatem Ghoula.

P. Al que le quitó la plata en Osaka en los últimos metros. ¿Cómo se recuperó Paquillo de aquella experiencia, de aquella descalificación y posterior rehabilitación?

R. Osaka fue para Paco un proceso de maduración acelerada. Salió de allí más fuerte que nunca, pero claro, aunque fue un proceso bellísimo, no quiere que se repita. Este año quiere ganar su medalla sin ninguna discusión, y sabe ya dónde cometió entonces el error táctico.

Robert Korzeniowski, tras vencer en 50 kilómetros marcha en Atenas.
Robert Korzeniowski, tras vencer en 50 kilómetros marcha en Atenas.GARCÍA CORDERO

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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