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Una aeronáutica vasca logra contratos por 1.700 millones de euros para Delphi

El acuerdo abre la vía a recolocar a más de mil despedidos de la firma gaditana

Pedro Gorospe

La aeronáutica vasca SK-10, una de las principales firmas del sector en Euskadi, ha logrado un nuevo contrato de 700 millones de euros con Airbus para fabricar una pieza del cono de la cola de su modelo A-350 en la planta que va a levantar en los terrenos de la firma Delphi en Cádiz y en la que dará empleo directo a más de mil trabajadores. El cierre de la factoría de automoción gaditana, anunciado en enero de 2007, levantó uno de los conflictos laborales más serios de los últimos meses en España.

Con ese contrato, SK-10, que junto a la empresa catalana Ficosa y la andaluza Sacesa ha creado Alestis Aerospace, uno de los proyectos punteros del sector aeronáutico español, suma una cartera de pedidos para el nuevo gurpo que asciende ya a 1.700 millones de euros, lo que garantiza carga de trabajo para los próximos 20 años en la planta que ya tienen en Sevilla y en la nueva de Cádiz. Esta instalación se convertirá, una vez formada la plantilla, en una de las más avanzadas de Europa en la tecnología de encintado de fibra de carbono.

SK-10 construirá piezas de la panza y la cola del nuevo Airbus A-350

La operación para unir las tres empresas fue diseñada en la época en la que el catalán Joan Clos estaba al frente del Ministerio de Industria para, entre otros puntos, resolver el conflicto de Delphi, con un componente social importante tras el despido de 1.904 empleados, entre trabajadores fijos, eventuales y auxiliares. Del total apenas unos 168 han encontrado ya trabajo en otros centros de la firma de automoción, 162 se han acogido a procesos de prejubilación, 57 tramitan una baja definitiva por enfermedad y el resto, unos 1.500, participa en los cursos de formación que les cualificarán para poder desempeñar una nueva labor. Buena parte de ellos se dedicarán a la aeronaútica, según declaró la pasada semana el delegado de Empleo de la Junta de Andalucía en Cádiz, Juan Bouza, aunque sin precisar cuántos. Sacesa fabrica actualmente para Airbus piezas del A-320, del A-340, y los paneles del carenado ventral y sistemas del gigante A-380, el avión de dos pisos que ya ha sido certificado y han comenzado las primeras entregas.

La firma aeronáutica vasca ha logrado este nuevo contrato por unos 700 millones de euros, cuya adjudicación se oficializará a mediados de septiembre, tras acreditar su capacitación en el que logró el pasado julio para fabricar la panza del A-350 de Airbus, el denominado belly fairing. Si este primer contrato supondrá un importe total superior a los 1.000 millones de euros, y generará una inversión industrial y de ingeniería superior a los 200 millones, así como mil empleos directos durante un periodo de entre 15 y 20 años, el que SK-10 firmará en breve le reportará los citados 700 millones y podrá utilizar las inversiones previstas para la fabricación de belly fairing.

La adjudicación del nuevo proyecto consolida definitivamente el arranque de Alestis y acelera la construcción de la planta de Cádiz en los terrenos de Delphi. En el proyecto de Alestis participan como socios financieros la Caixa Catalunya, Unicaja, Cajasol, el Banco Europeo de Finanzas (BEF) -propiedad de las cinco cajas andaluzas- y el Instituto Catalán de Finanzas (ICF).

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La principal característica del A-350 XWB es que el 52% del fuselaje estará realizado en materiales compuestos, fundamentalmente fibra de carbono.

La de SK-10 no es la única participación de la industria aeronáutica vasca en la construcción del nuevo modelo de Airbus. Aernnova anunció a finales de julio el mayor contrato del sector en Euskadi para fabricar el estabilizador horizontal y el elevador del avión por 3.000 millones de euros en varias décadas.

Terrenos de Delphi, en Cádiz, en los que Alestis Aerospace levantará su nueva planta de encintado de fibra de carbono.
Terrenos de Delphi, en Cádiz, en los que Alestis Aerospace levantará su nueva planta de encintado de fibra de carbono.JARO MUÑOZ

En busca de un crédito multimillonario

La aeronáutica vasca SK-10 tiene cerrados los dos contratos por 1.700 millones de euros, pero hasta 2013, fecha prevista para que salga al mercado la primera de las 2.000 unidades del Airbus A-350, no va a poder facturar ni uno. Alestis, el consorcio en el que participa la firma vasca, debe contratar de manera casi inmediata a un centenar de ingenieros para trasladarles a Francia a la sede de EADS, donde empezarán a trabajar en los planos de desarrollo de las piezas adjudicadas. Tiene además que comprar una máquina encintadora de fibra de carbono de grandes dimensiones y necesita otra serie de inversiones que cuantificó en su día en unos 200 millones de euros, aunque no todo el desembolso ha de hacerse de manera inmediata.

El problema es que debe hacer frente a esas inversiones en un momento en el que las restricciones crediticias de las entidades financieras son enormes, y en el caso del negocio aeronáutico se trata de créditos a largo plazo.

Es el problema del sector. Se firma el contrato, se invierte para poder cumplirlo sin garantías de que el modelo de avión se va a vender y cinco años después, si la ingeniería ha sido buena, el mercado es propicio y el modelo no sufre problemas o retrasos de producción, se empieza a facturar. La industria aeronaútica lo llama producir a riesgo compartido: si el modelo funciona y se vende en el mercado de las grandes compañías ganan todos los implicados, pero si no es así, también las pérdidas son compartidas.

Así, SK-10 y sus socios se encuentran en proceso de búsqueda de un crédito multimillonario para afrontar los primeros trabajos de ingeniería de los dos proyectos que tienen contratados y para preparar la infraestructura que les permita iniciar la producción. El hecho de que en Alestis participen un grupo de cajas andaluzas y catalanas facilita la operación, pero en este momento de restricciones del crédito a largo plazo podría encontrarse con más problemas de los habituales para lograrlo.

Fuentes de la empresa vasca creen que el asunto va a quedar solucionado en breve ya que, habiendo carga de trabajo y negocio, "los problemas financieros tarde o temprano se resuelven y más con tanto empleo en juego".

Los contratos del sector aeronáutico

- Primer contrato de Alestis: 1.000 millones. La pieza que se construirá del A-350 XWB, el belly fairing, es una estructura de fibra de carbono con una superficie de unos 170 metros cuadrados. El contrato se extiende 20 años.

- Segundo contrato de Alestis: 700 millones. La pieza es el cono de cola del mismo aparato de Airbus, realizada también en fibra de carbono. El contrato tiene también 20 años de duración. El A-350 estará disponible a partir de 2013.

- Contrato de Aernnova: 3.000 millones. Construcción del timón horizontal de dirección del A-350, situado en la cola. Se hará en fibra de carbono. El contrato es para 30 años.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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