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"Si pagas, te lo arreglamos"

El constructor narra el presunto soborno del alcalde de Benitatxell

"Si pagas, te lo arreglamos, si no..., pues no". Estas palabras, pronunciadas por el abogado alemán Kai Oliver Wagner el pasado 28 de junio, fueron las que convencieron al constructor Pedro Sánchez de que el alcalde de Benitatxell, en cuyo nombre hablaba Wagner, quería exigirle dinero a cambio de mantener como urbanizables unos terrenos que habían sido desclasificados en el nuevo borrador del Plan General del municipio.

"Es una exageración. Me pedís dinero a cambio de nada"

Esta trama, por la que el alcalde de Benitatxell, el independiente Juan Cardona, su primera teniente de alcalde, la austriaca Hannelore Rheindorf, el abogado alemán y el arquitecto municipal están imputados por un presunto delito de cohecho, comenzó a mediados de junio. Entonces, Pedro Sánchez, un constructor de Xàbia muy conocido en la comarca, se percató de que en el nuevo PGOU ocho parcelas suyas en la partida Alcassar, urbanas desde 1989, se habían convertido en suelo protegido.

El empresario relata que el pasado 26 de junio, una funcionaria se puso en contacto con el constructor y, de parte del alcalde, le informó de que pronto le llamaría un abogado "para solucionarlo todo". Efectivamente, Wagner le telefoneó diez minutos después. "Yo le pregunté", afirma Sánchez, "si quería que nos viéramos en su despacho o en el mío y él me dijo que en ninguno de los dos, que mejor en el bar del campo de golf. Aquello ya me pareció sospechoso".

La reunión entre los dos tuvo lugar en ese bar el sábado 28 por la mañana. En ese encuentro, de acuerdo con el relato del promotor, el abogado alemán le expresó la predisposición del Ayuntamiento a "solucionar su problema". El promotor insistió en que no era "un problema, sino un error". La entrevista concluyó con una explícita declaración de las intenciones del abogado y los intermediarios que, según él, representaba: "Para subsanar el error, has de hacer una aportación al partido [Partido Independiente Democrático de Benitatxell, con el que el alcalde gobierna]", le espetó el abogado, según relata Sánchez. Al término del encuentro, Sánchez denunció los hechos a la Guardia Civil. "Porque me di cuenta de que intentaban estafarme y yo llevo 30 años trabajando, sé lo que cuesta ganar dinero y nadie me avasalla ni me extorsiona".El constructor Pedro Sánchez asegura que desde el principio estaba convencido de que la desclasificación de sus ocho parcelas era un error y sin dudarlo se presentó en el Ayuntamiento. Allí, el arquitecto le dijo que debía hablar con el alcalde "porque es el que tiene toda la documentación".

El alcalde Juan Cardona le dijo al constructor que no era un error, sino una decisión técnica, si bien le matizó que todo podría arreglarse. "Yo puedo hacer lo que quiera con el PGOU, eso es lo que me han dicho desde arriba y no tienes por qué preocuparte", le aseveró el alcalde a Sánchez, siempre según el relato de este último.

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A la primera reunión entre el promotor y el abogado el 28 de junio, le siguió otra el lunes 30, ya con el conocimiento de los agentes del instituto armado, que comenzaron a desplegar el plan que concluyó una semana más tarde con el arresto de los implicados. En este segundo encuentro, de acuerdo con el relato de Sánchez, el abogado le comentó que por 60.000 euros "se subsanaba el error". El promotor se quejó y le respondió: "Es una exageración. Me pedís dinero a cambio de nada. Yo sólo pido que me den lo que me corresponde. Lo tengo que pensar". "Si pagas, te lo arreglamos", insistió el letrado.

Finalmente, el constructor ofreció 40.000 euros y el abogado pidió 50.000, cifra en la que se cerró el trato en una tercera reunión el 7 de julio. Ambas partes quedaron para realizar la entrega del dinero al día siguiente, martes 8 de julio, a las 12 del mediodía. Wagner se presentó con un documento firmado por el arquitecto municipal que garantizaba que los terrenos seguirían siendo urbanizados y no se desclasificarían, pero el constructor alegó que la simple rúbrica de un funcionario no era suficiente. "Así que me dijeron que esperara diez minutos y que traerían un documento ratificado por el alcalde", señala Sánchez, quien añade: "Tardaron 45 minutos, hasta que hizo acto de presencia la primera teniente de alcalde en un coche oficial del Ayuntamiento, me dio el papel firmado por el alcalde y se marchó". El dinero nunca llegó a entregarse porque en ese momento fue detenido el abogado y poco después la concejal Hannelore Rheindorf. El alcalde, quien según Pedro Sánchez aquella mañana se encontraba reunido en Valencia con el equipo redactor del PGOU, fue apresado por la tarde.

Para Sánchez, los hechos demuestran que "lo tenían todo estudiado desde el principio, en una operación para sacarme dinero". La tesis de Sánchez contradice a la del alcalde, quien, después de su liberación con cargos, ha mantenido que todo se debía a un error técnico en la tramitación del Plan General e incluso llevó al pleno del pasado lunes la alegación del propio constructor, que pedía que los terrenos se mantuvieran como urbanizables y así demostrar que había sido una equivocación.

"Ese pleno fue un intento de lavar la situación", opina Sánchez, para quien "el alcalde y la concejal se equivocaron al abstenerse a la hora de votar la alegación, ya que sabían que estaban tomando una decisión injusta". Sánchez añade que los grupos de la oposición también fallaron al rechazar la alegación: "Porque con sus votos mantuvieron el daño que se me ha hecho", explica.

El constructor señala que es muy difícil que los técnicos cometieran una equivocación al desclasificar los terrenos que llevan casi 20 años urbanizables. Un documento del Ayuntamiento autorizaba en 2004 la construcción de 11 bungalós en esa superficie, de poco más de 3.000 metros cuadrados. "Si no presenté el proyecto fue porque vino la crisis", concluye Pedro Sánchez.

Dos días después del arresto y en su comparecencia ante el juez, tanto el alcalde como la concejal y el abogado reconocieron los hechos, según fuentes judiciales. Pese a ello, en su primera comparecencia tras quedar en libertad aunque imputado por cohecho, Juan Cardona se aferró a que todo era "una trama" y anunció que no pensaba dimitir. El regidor se reafirmó ayer en esa tesis. "No tengo nada que esconder y no contemplo la posibilidad de dimitir, porque considero que soy inocente. Ahora lo que necesito es trabajar por el pueblo", aseguró Cardona en declaraciones a la agencia Efe.

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