_
_
_
_
_
LA CALLE | De noche
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Parroquianos

Hay al menos dos maneras de entender un negocio de hostelería: como una máquina engullidora de clientes cuya caja registradora no debe parar de sonar o como un espacio agradable en el que el cliente es un ser humano y se siente a gusto y en un ambiente cálido y familiar. Si llevamos la clásica confrontación entre fabricación en serie y artesanía al plano de la restauración, el Gerbard es pura artesanía, por supuesto; un local enclavado en el corazón del viejo Sarrià que hace las veces de lugar de encuentro entre amigos y vecinos, además de dinamizador cultural del barrio.

Nacho y Mar abrieron el bar hace nueve años porque se dieron cuenta de que en el barrio no había locales en los que sirvieran tapas elaboradas a base de pescado. A veces los grandes proyectos nacen de motivos aparentemente peregrinos. Mar resume con estas palabras la filosofía que rige en su local: "Divertirse y hacer que los demás se diviertan y estén a gusto". Es uno de esos locales de precios económicos en los que los clientes son parroquianos y alguien detrás de la barra sirve siempre las cañas con una sonrisa en los labios.

El Gerbard es a la vez un restaurante donde se sirven comidas y cenas, y bar de copas hasta entrada la madrugada. Y sus propietarios han compensado las escasas dimensiones del local con ingenio e iniciativa. Se programan exposiciones de pintura y fotografía, proyecciones de cine, retransmisiones de partidos de fútbol y conciertos en directo, como el que ofreció hace algunas semanas Sam Lardner, un extranjero afincado en Sarrià que canta canciones de flamenco en inglés. Operación íntimo, se llaman estas sesiones de música en vivo que tienen lugar en un rincón del bar. Pero que nadie eche a correr: la única similitud con la bobada televisiva está en el nombre.

- Lo más: un ambiente cálido y agradable en el que el cliente es algo más que un tipo que ocupa un taburete y se rasca el bolsillo.

- Lo menos: las reducidas dimensiones del local, que hacen difícil encontrar mesa para comer o cenar.

- Dirección: calle de Ivorra, 24 (Sarrià, Barcelona). Teléfono: 93 203 49 88.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_