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El ramal al aeropuerto pone en pie de guerra a los vecinos

Penamoa no es el único punto de conflicto que suscita la construcción de una Tercera Ronda que, en la colapsada red viaria de la comarca coruñesa, todos reclaman y esperan ansiosos. Vecinos de dos barrios y el Ayuntamiento de Culleredo, en cuyo término municipal se asienta el aeropuerto coruñés de Alvedro, se movilizan por el cambio de trazado y mejora del impacto de un tramo determinante de esta nueva autopista, el ramal de unos diez kilómetros con el que el Ministerio de Fomento la conectará con la autovía A-6 de enlace a Madrid.

Unas reclamaciones que el propio ayuntamiento de A Coruña, así como el arquitecto que contrató para reformar y actualizar su plan general de ordenación municipal, Joan Busquets, comparten. Fomento está a punto de adjudicar las obras de ese tramo, con un presupuesto de 93 millones de euros (83 a cargo del ministerio y diez por cuenta del ayuntamiento), a los que hay que sumar otros 46 millones para el pago de expropiaciones.

La concejal de Urbanismo de A Coruña, Mar Barcón, afirma que "siempre y cuando no suponga parar ni retrasar nada" del conjunto de la obra, el ministerio puede, con el proyecto ya en marcha, revisarlo y cambiar el trazado previsto para "aminorar el impacto" y reestructurar el enlace de Lonzas, uno de los más contestados.

La autopista ha puesto en pie de guerra a los vecinos de San Cristóbal das Viñas, un pequeño núcleo que quedará partido con la futura vía, de cumplirse el actual diseño de Fomento. Y el Ayuntamiento de Culleredo, por unanimidad de todos sus partidos políticos, también acudió a Madrid para pedir cambios en el tramo a su paso por el barrio de A Zapateira, colindante con el campus universitario. Dos urbanizaciones y dos colegios se verían seriamente perjudicados de llevarse a cabo el actual proyecto del ministerio, que consiste en atravesar la zona con dos falsos túneles.

La corporación de Culleredo, deseosa de evitar que "las insuficiencias actuales del proyecto puedan ser utilizadas como arma política arrojadiza", acudirá esta semana al ministerio con la intención de convencerlo de que modifique el trazado de ese tramo, al que se unirá un ramal de conexión directa al aeropuerto. Fomento, de momento, guarda silencio sobre sus planes con respecto a las múltiples reivindicaciones que plantea esta obra.

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