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Cleop se hunde en Bolsa al forzar los bancos la venta de acciones

El grupo DHO se debate entre la escisión y el concurso

En tiempo de crisis, las malas noticias son contagiosas. Y si los problemas de Colonial y de otras inmobiliarias comenzaron cuando su valor en Bolsa se desplomó, la constructora valenciana Cleop parece que sigue su estela. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió ayer su cotización tras una caída del 12,8%. En las últimas cinco sesiones, las acciones de Cleop han perdido un tercio de su valor. El origen del desplome, al igual que en Colonial, ha sido la ejecución de garantías por parte de entidades financieras a Alfonso Salazar, segundo máximo accionista de Cleop.

Salazar posee un 23,69% de las acciones, un 9,05% de ellas a través de Contratos por Diferencia (CFD). Precisamente estos derivados financieros son la causa de la acción de los bancos. En un comunicado remitido a la CNMV, Salazar reconoció que en los últimos días las proveedoras le habían pedido ampliar las garantías vinculadas a estos productos financieros, sin ofrecer más detalles. Y que estaba negociando la aportación de avales adicionales. "Esta situación ha podido provocar que las entidades proveedoras de los CFD hayan vendido acciones en el mercado a fin de restablecer las garantías solicitadas", declaró Salazar.

La intervención de la CNMV se produjo durante la celebración de la junta de accionistas, en la que se aprobaron las cuentas de 2007, un ejercicio en el que los beneficios netos alcanzaron los 7,4 millones de euros, un 40,7% más.

Otra constructora en apuros y cuyo futuro pende de un hilo es Dico Harinsa Obrum (DHO), fruto de la fusión entre varias entidades, y en la que la Caja de Castilla-La Mancha controla un 10%. La junta extraordinaria de ayer terminó sin cerrar el acuerdo que debería escindir en dos sociedades esta constructora, que el año pasado facturó más de 700 millones de euros.

Si se confirma la escisión, por un lado se quedarían Obrum y Caja Castilla-La Mancha, que se centrarían en la obra civil y la edificación no residencial. La otra, que gira en torno a Dico, se volcaría en la expansión internacional, sobre todo en el sector de la vivienda. Esta división, la más perjudicada por la crisis inmobiliaria, necesita para su supervivencia la entrada de un socio financiero. Fuentes de la empresa aseguran que este acuerdo está cerrado "al 95%".

La junta de DHO, que ha rozado el ranking de las diez mayores constructoras de España, no llegó a un acuerdo. Los directivos se han citado el lunes para tratar de llegar a una solución.

Carlos Turro, presidente de Cleop, ayer en el edificio de la Bolsa de Valencia.
Carlos Turro, presidente de Cleop, ayer en el edificio de la Bolsa de Valencia.SANTIAGO CARREGUÍ

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