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Los partidos salvan la crisis política de TV-3 tras un órdago y en la prórroga

Tripartito, CiU y PP eligen por unanimidad a Rosa Cullell como directora general

Las fuerzas que apoyan al Gobierno tripartito (PSC, ERC e ICV) y Convergència i Unió (CiU) desencallaron ayer, en el último minuto y después de tres meses de complicadas negociaciones, la renovación de la cúpula directiva de TV-3 y Catalunya Ràdio.

CiU levanta el veto sin exigir nombres concretos para dirigir la radio y la televisión
Los profesionales tildan el proceso de "espectáculo ridículo"
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El acuerdo consta de dos partes. La primera supone el nombramiento de Rosa Cullell, actual directora general del Liceo, como máxima responsable de los medios de comunicación públicos de la Generalitat, al levantar los nacionalistas el veto que mantenían si no se hacía el reparto simultáneo de todos los nuevos cargos. La segunda, la aprobación por consenso de los directores de la televisión y la radio, una vez nombrada la persona que ejercerá la dirección general, y no antes. Contra la pretensión de un pacto previo que sobre el conjunto de los cargos intermedios pretendían algunos (y un reparto por "lotes", a la italiana), Cullell obtuvo ayer por unanimidad la promesa de respeto a las personas que propondrá inmediatamente.

El nombramiento de Cullell fue el resultado de una negociación efectuada por los partidos políticos y no por los 12 consejeros de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), a los que en teoría correspondía la competencia de elegirla. Tal fue el protagonismo de los partidos que el acuerdo se cerró ayer a mediodía y hasta las seis de la tarde no se reunió el consejo de gobierno de la corporación para oficializarlo. Rosa Cullell compareció ante él para pasar el examen preceptivo. La reunión se celebró cuando todo ya estaba pactado, lo que no impidió que el proyecto y las directrices expuestas por Cullell fueran del agrado de la docena de consejeros. Éstos se comprometieron por unanimidad a respetar su mandato, de seis años. Ese compromiso debería, en teoría, evitar las interferencias partidistas en la gestión profesional.

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Por la mesa han circulado al menos cuatro nombres para dirigir la cadena de televisión y otros tantos para la de radio. Todos acordes con un perfil que satisface a la izquierda y a CiU y también, cómo no, a la futura directora general. Ésta gozará de competencias y margen de maniobra suficiente, en principio, para que el pacto entre partidos no merme los poderes que le otorga la ley.

Izquierda y nacionalistas disienten sobre el grado de cesiones de cada uno para lograr el acuerdo. El tripartito señala que CiU se avino finalmente a aceptar a Cullell ante las "serias" amenazas de modificar la legislación y arrebatar a los nacionalistas el poder de veto en la toma de decisiones en el consejo de la CCMA. Además esta reforma hubiera abierto la puerta a reducir el número de consejeros, con lo que los convergentes se arriesgaban a perder representación.

La versión de CiU es bastante opuesta. Niegan por completo haberse amilanado ante este órdago que, recuerdan, ya se produjo en el pasado. Y entienden que el pacto con las formaciones del tripartito no se limita a la elección de Cullell, sino que abarca también la dirección de TV-3 y Catalunya Ràdio, con la delimitación de unos perfiles profesionales determinados. Además señalan que han logrado finalmente que Cullell pase la criba del consejo de gobierno de la CCMA, como marca la ley y a la que, a su juicio, se oponía Albert Sáez, presidente de este órgano rector. La legislación establece que la elección del director general de la CCMA será por convocatoria pública. La misma ley deja muy claro que el director o directora general podrá elegir a su equipo con toda libertad.

La maltrecha credibilidad de la CCMA tras semanas de bloqueos y vetos políticos obligó ayer a todos sus miembros a extremar la prudencia. De ahí que el hermetismo fuera total respecto a los nombres que se barajan para dirigir la radio y la televisión pública. Los ánimos estaban tan exaltados que cualquier referencia a una u otra persona habría terminado por quemarla.

El acuerdo llegó cuando éste ya parecía imposible y el presidente de la CCMA ya había pedido el amparo del presidente del Parlament ante la lucha "partidista" que mantenía bloqueada la negociación. Los profesionales de TV-3 y Catalunya Ràdio llegaron ayer a manifestarse en la calle ante esta parálisis y tildaron de "espectáculo ridículo" el ofrecido los últimos días por los miembros de la CCMA.

El Colegio de Periodistas no evaluó el acuerdo final, pero sí volvió a lamentar que el actual consejo de gobierno de la CCMA esté formado en su práctica totalidad por ex altos cargos de la Administración y que sólo responda a las "cuotas de partido".

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