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Vecinos, CiU, ERC y PP exigen que se pare la tala de encinas en el Tibidabo

La oposición tiene la mayoría, pero no puede frenar la futura montaña rusa

Blanca Cia

La tala de encinas del parque del Tibidabo para la construcción de una nueva montaña rusa está desencadenando una tormenta de críticas que hoy se plasmarán en una moción de urgencia que se presentará en la sesión del pleno del Ayuntamiento de Barcelona. En ella se exige que se paren la tala y el proyecto. La moción la presenta Xavier Trias (CiU) y tiene el apoyo de los otros dos grupos de la oposición: el PP y ERC.

El consistorio alega que se talan 58 encinas y SOS Tibidabo, 200
PSC e IC se escudan en que la atracción la construye una empresa municipal

La Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB), residentes en la zona y la organización SOS Tibidabo han reiterado su oposición a un hecho que se está consumando, ya que la tala empezó el pasado martes. Ayer generó un acto de protesta de jóvenes que se encaramaron a varios árboles para bloquear los trabajos. A media tarde, los jóvenes abandonaron la protesta.

El consistorio ha proyectado una nueva atracción que supone la desaparición, de acuerdo con su versión, de 58 encinas y un ciprés. Con esta cifra no están de acuerdo ni la plataforma SOS Tibidabo ni la FAVB. Entienden que los árboles que desaparecerán son muchos más -unos 200- y no dan crédito a que 22 ejemplares sean vueltos a plantar tras la instalación de la nueva atracción.

Ésa es la versión de la empresa que gestiona el parque, Barcelona de Servicios Municipales (BSM). El nuevo intento de algunas entidades de paralizar el proyecto por vía judicial se estrelló ayer con la decisión del fiscal de archivar la denuncia.

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Pero el problema de fondo es que la construcción de la montaña rusa se está haciendo por imposición del equipo de gobierno, que está en minoría, y en contra del criterio de la oposición -CiU, PP y ERC-, que tiene la mayoría. Por eso, la moción que hoy se debatirá recuerda, entre otras cosas, que el distrito de Sarrià-Sant Gervasi se ha pronunciado en contra del proyecto en reiteradas ocasiones y que la comisión de urbanismo del pasado 22 de noviembre aprobó una declaración de los tres grupos de la oposición en ese mismo sentido. En aquella ocasión, los socialistas se quedaron solos defendiendo el proyecto, ya que su socio, Iniciativa per Catalunya, se abstuvo en la votación.

La postura que piensa mantener hoy en el pleno ICV no la quiso avanzar esta formación, pese a los reiterados intentos de este periódico por conocerla.

La moción que hoy se debatirá y que pide que se paralice el proyecto será aprobada por la mayoría de la oposición, pero no tendrá efecto. Y cualquier ciudadano se podrá preguntar ¿por qué? El quid de la cuestión es el procedimiento elegido por el equipo de gobierno para sacar adelante un proyecto estando en minoría. Sencillamente, la decisión de construir la montaña rusa la ha ejecutado la empresa municipal BSM, que escapa al control del plenario. Es decir, que no tiene que ser aprobada por la mayoría de los concejales. Sin embargo, lo que sí fue aprobado en marzo de 2007 por la mayoría del entonces tripartito -Esquerra Republicana votó a favor y ahora está en contra- fue el plan especial del Tibidabo que, entre otras cosas, supuso confirmar la calificación de equipamiento del suelo donde ahora se alzará la montaña rusa, cerca de la torre de comunicaciones. En aquel plenario, CiU y el PP votaron en contra defendiendo que la zona se calificara como verde para, precisamente, evitar la construcción de la atracción.

Fue una viva discusión en la que el gobierno municipal, concretamente por boca de Carles Martí, aseguró que la decisión de la montaña rusa se tomaría en otro momento. Concretamente en la definición del plan de usos. Este plan, efectivamente, lo realizó la empresa que gestiona el parque -Patsa y BSM-, que escapa al control del plenario.

La construcción de la montaña rusa, por tanto, ha evitado someterse a la regla de las mayorías de la aprobación de cualquier plan urbanístico o proyecto municipal por decisión deliberada del equipo de gobierno.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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