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La 'agenda Maragall', programa pendiente

Josep Maria Vallès defiende la vigencia y continuidad del proyecto de cambio

Enric Company

El proyecto de cambio que Pasqual Maragall encarnó en su breve periodo como presidente de la Generalitat "sigue vigente y alguien tendrá que recogerlo", sentenció ayer Josep Maria Vallès, que fue su consejero de Justicia. Lo dijo en la presentación pública del libro en el que explica su participación, primero, en la creación de Ciutadans pel Canvi, y luego, en los gobiernos de Maragall.

El libro se titula Una agenda imperfecta. Amb Maragall i el projecte de canvi (Edicions 62) y es una mezcla de memoria personal y de reflexión teórica sobre un periodo reciente del acontecer político. Vallès sostiene a lo largo de sus más de 400 páginas la trabajosa elaboración del proyecto y su complicada puesta en práctica en condiciones más difíciles de las previstas por sus autores.

En presencia del propio ex presidente Maragall y de muchos de sus compañeros en la experiencia de Ciutadans pel Canvi y en el Departamento de Justicia, Vallès definió el proyecto de Maragall como "una visión a largo plazo" y una "agenda muy ambiciosa" pensada para dos legislaturas. Es decir, ocho años. Pero sólo dispuso de tres.

La obra fue presentada y glosada por el historiador Joan B. Culla, el ex fiscal José María Mena y el politólogo Jordi Sánchez. Los tres aludieron a que el libro expresa una cierta "decepción" (Culla), un "lamento" por la falta de apoyo al proyecto (Mena) y "desilusión" (Sánchez) por la abrupta interrupción provocada por la renuncia de Maragall a un segundo mandato.

La agenda Maragall, tal como la sintetiza Vallès, incluía objetivos socioeconómicos orientados a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, la ampliación del autogobierno de Cataluña y el avance del proyecto federal para España, y la mejora de la calidad de la democracia. La experiencia de Ciutadans pel Canvi era totalmente coincidente con la de Maragall. Vallès no oculta que hubo discrepancias con él a la hora de aplicarlos, pero también deja claro que desde luego fueron mucho más importantes los recelos que provocaban en el partido del propio presidente, el PSC. Tampoco oculta que, concluida la etapa de gobierno de Maragall, cree que el proyecto de Ciutadans pel Canvi "ya ha dado de sí todo lo que podía". Una de las ideas que mantiene es que los partidos de la izquierda catalana deberían avanzar hacia una "concertación permanente" que permita mostrar mejor las coincidencias entre sus proyectos.

Culla calificó la obra como "el libro más importante aparecido sobre la política catalana desde 2003" y sostuvo que las "espenzas ilimitadas" y la "gigantesca ambición" de una agenda que proponía reformular la relación entre Cataluña y España hacían inevitable el aire de fracaso que rezuma. Mena lo atribuyó a la tendencia a considerar que la democracia es "como un cajero automático". Y Sánchez lamentó que la agenda haya "quedado preocupantemente en el olvido".

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