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Fondos monetarios

A los ya de por sí conocidos problemas de liquidez por los que están atravesando los mercados y, en especial, el sector financiero, se suma ahora la difícil situación por la que atraviesan las gestoras de fondos de inversión. La CNMV, reguladora del sector, consciente del delicado panorama, mostraba su preocupación desde comienzos de año por las prácticas de valoración de activos invertidos en instrumentos con riesgo de crédito.

Uno de los problemas con los que se están encontrando varios fondos monetarios y de renta fija a corto plazo, categorías consideradas de un perfil de bajo riesgo, es el de valorar adecuadamente los activos respaldados por titulizaciones hipotecarias de entidades financieras. La causa de este problema radica en la falta de liquidez, con la consiguiente ausencia de precios fiables y justos.

Un partícipe muy conservador debería optar por depositar su capital en fondos que sólo inviertan en letras y bonos del Tesoro

La realidad es que dichas inversiones están sufriendo el efecto de la ausencia de liquidez y fuerte incremento de los diferenciales crediticios y de la aversión al riesgo, a la vez que rebajas de rating en muchos casos. Por todo ello, activos que, hasta el comienzo de la crisis subprime en agosto pasado, se comportaban de forma consistente y con baja volatilidad, sufren desde hace meses un deterioro en su valoración.

Si analizamos la reciente evolución de los fondos monetarios y de renta fija a corto plazo, nos encontramos con rentabilidades escasas y aumentos en volatilidad. En media, se observa una dispersión en el sector nunca antes vista y rentabilidades muy por debajo del activo libre de riesgo. Pero lo realmente preocupante son las pérdidas de capital, que en monetarios superan el 2%, y en renta fija a corto plazo, el 5%.

Ante esta situación, al inversor le surge el dilema de cómo categorizar ese nivel de riesgo. Un partícipe muy conservador que busca total seguridad en su inversión debería optar por depositar su capital en fondos que inviertan exclusivamente en letras y bonos del Tesoro, lejos de la volatilidad que el riesgo de crédito está aportando a las carteras.

Alberto Vázquez y Sebastián Larraza son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (AFI).

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