CA: un invento de última hora con un futuro muy frágil
No hace ni cuatro meses que el mundo de la política se vio sorprendido con la firma de un acuerdo entre el Partido Andalucista (PA) y su escisión más importante, el PSA de Pedro Pacheco, para concurrir juntos a las elecciones autonómicas. Hasta entonces habían estado a la gresca, y de una y otra parte no se oían más que elaboradas ofensas, algunas personales. El objetivo era alcanzar el punto de fusión e incorporar a otras formaciones, convencidos, después del catastrófico balance municipal de pocos meses antes, de que estaba en juego la supervivencia.
Enseguida se supo que sería imposible culminar el proceso de reunificación antes de las elecciones. Por eso se eligió un nombre nuevo que llevaría el distintivo "andalucista", fácilmente identificable. El total es la suma de nueve partidos: PA, PSA, Foro Andaluz (el de Manuel Pimentel), Unidad Popular Andaluza, Izquierda Andaluza, Convergencia Andaluza, Asamblea Nacional de Andalucía, Liberación Andaluza y el Partido Social y de Centro. El propio Julián Álvarez se encargó de hacer las cuentas del gran capitán y explicó que en las elecciones de 2004 estos partidos reunieron 375.963 votos, un 8,43%, "el mejor de la historia del andalucismo que consolidará una gran fuerza".
Miembros de algunas de las organizaciones socias ponían ayer en cuestión que la continuidad del nuevo conglomerado sea posible, "sin presencia, sin dinero, sin organización y con ideologías tan dispares", comentó un dirigente, quien considera que se ha "tirado por la borda un enorme patrimonio". Otro dirigente histórico apuntaba como errores la coincidencia en mensajes con el PP y el rechazo al Estatuto. "Habrá que ver qué pasa, está todo en el aire, porque la coalición no sólo está verde, es que es muy frágil", dijo.
