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Merkel se juega su viaje al centro

Las elecciones de hoy en Hesse deciden el futuro político de Alemania

El futuro político de Alemania se juega hoy en las elecciones de Hesse, el cuarto Estado federado más rico del país. El triunfo del actual primer ministro democristiano, Roland Koch (CDU), de 49 años, daría alas en el seno de su partido a los descontentos con la línea moderada impulsada por la canciller Angela Merkel en el Gobierno de gran coalición que mantiene con la socialdemocracia (SPD). Mientras tanto, una victoria de la socialdemócrata izquierdista, Andrea Ypsilanti (SPD), de 50 años, repercutiría sin duda en la línea de la formación política y podría suponer un giro a la izquierda.

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Con un SPD virado a la izquierda y una CDU derechizada, la misión de gobernar la gran coalición en Berlín se hace cada vez más difícil. Se corre el riesgo de una paralización de la tarea de gobierno y que el resto de legislatura, hasta el otoño de 2009, se convierta en un intento permanente de los socios de coalición por adquirir un perfil que consiga votos de cara a las elecciones federales. En esto reside la importancia de la elección en Hesse, que el semanario Der Spiegel ha definido como "la batalla del Meno", en referencia al río que atraviesa la ciudad de Francfort.

Los 4,3 millones de votantes de Hesse tienen en sus manos elegir entre el programa anticomunista y con componentes de xenofobia de Ronald Koch o el de justicia social que propone Andrea Ypsilanti. Además, está en juego la posibilidad de que el partido La Izquierda, formado por poscomunistas del este y socialdemócratas decepcionados del oeste, entre en el parlamento (Landtag) de Wiesbaden si supera el 5% de votos.

Los sondeos de intención de voto pronostican un cerrado codo a codo entre la CDU y el SPD en torno al 38%, pero muy pocos se fían. La demoscopia alemana sufrió un terrible revés en las elecciones federales de 2005, cuando pronosticaban un triunfo democristiano amplio que se quedó en un raquítico 1%. En las encuestas de Hesse casi un 60% no contesta y en ésos centra Koch sus esperanzas de triunfo.

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Koch ha recurrido en su campaña a todos los recursos del populismo derechista contra los jóvenes violentos de procedencia emigrante que golpean y maltratan a ancianos alemanes y que sacrifican corderos en sus casas. Koch recurrió a la tradicional arma democristiana de los tiempos duros de la guerra fría: el anticomunismo. En el final de campaña la CDU cubrió las calles con un anuncio que rezaba: "Contra el bloque de izquierda. Parad a Ypsilanti, Al-Mazir y los comunistas". La consigna encierra un mensaje subliminal xenófobo y anticomunista con los nombres extranjeros. Ypsilanti es de Hesse de pura cepa, pero estuvo casada con un griego y conserva el apellido. Al-Mazir es el cabeza de lista de Los Verdes, hijo de un diplomático árabe y alemana y se encuentra tan integrado en el país que ha llegado a jefe de su partido en Hesse.

Koch representa el ala derechista de la democracia cristiana y es un reincidente. En 1999 ganó las elecciones en Hesse gracias a una campaña de firmas en contra de la ley que concedía la posibilidad de doble nacionalidad a los emigrantes en Alemania. Ahora ha repetido el procedimiento. Su triunfo alentaría a los miembros de la CDU que acusan a Merkel de haberse socialdemocratizado. Por añadidura Koch saldría reforzado en sus, a duras penas oculta, ambición de convertirse en jefe de la CDU a costa de Merkel.La candidata socialdemócrata ha basado su campaña en la lucha por el salario mínimo y temas de educación y energía, en contra de las centrales nucleares y térmicas y a favor de las alternativas. Su triunfo justificaría un giro a la izquierda en el SPD.

Por si fuera poco, está en juego también el futuro de La Izquierda, que espera conseguir más de un 5% de votos y entrar en un parlamento de un Estado grande en el oeste de Alemania. Si La izquierda entra en el Landtag podría producirse una imposibilidad de gobernar en Hesse. Ypsilanti asegura que no aceptarán ayuda de La Izquierda para formar gobierno. Koch dice que miente y sostiene que si el SPD, Los Verdes y La Izquierda logran una mayoría, los comunistas entrarían en el gobierno.

Hoy también hay elecciones en el Estado de Baja Sajonia, donde el candidato de la CDU, Christian Wulff, se perfila como claro ganador, según los sondeos.

La canciller Angela Merkel y el primer ministro de Hesse, Roland Koch, saludan a los partidarios de la CDU en el acto de cierre de campaña.
La canciller Angela Merkel y el primer ministro de Hesse, Roland Koch, saludan a los partidarios de la CDU en el acto de cierre de campaña.REUTERS

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