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PSdeG y BNG cierran filas y minimizan sus diferencias en la Xunta

No habrá debate en el Parlamento sobre las discrepancias en el seno de la Xunta ni sobre la situación económica de Galicia. Los grupos parlamentarios del PSdeG y del BNG cerraron ayer filas y minimizaron la importancia de las diferencias que ambas formaciones mantienen en el Gobierno gallego y expresaron su apoyo a las medidas anunciadas por el Ejecutivo para hacer frente a la anunciada ralentización económica. Ambos asuntos fueron planteados por el PP en la Diputación Permanente de la Cámara (máximo órgano de gobierno del legislativo gallego durante las vacaciones parlamentarias de enero) para solicitar la convocatoria de un pleno extraordinario. Socialistas y nacionalistas lo rechazaron.

Para sostener su petición, el PP sacó a relucir los recientes desencuentros registrados entre los socios del bipartito: la ausencia de la conselleira de Cultura (BNG) en un acto del ministro de Cultura (PSdeG) o las declaraciones del vicepresidente Anxo Quintana en las que aseguraba no conocer el proyecto de ley del Gobierno del que forma parte que reformará el impuesto de sucesiones y donaciones.

Fricciones

El portavoz del BNG, Carlos Aymerich, describió el incidente entre Ánxela Bugallo y César Antonio Molina como un conflicto entre los gobiernos de Galicia y España, no entre socios. Y aunque reconoció que hay "fricciones", aseguró que pasan de ser las "normales en un motor que se calienta cuando funciona". Aymerich, al igual que el portavoz del PSdeG, Ismael Rego, optó por el ataque para responder al PP e hizo memoria de los desencuentros vividos en los diferentes gobiernos de Manuel Fraga. Cuando Aymerich hablaba de la "decapitación" de Cuiña, el diputado del PP Carlos Negreira le llamó "subnormal profundo", expresión que la presidenta del Parlamento ordenó retirar de las actas.

No tuvo mejor suerte la petición del PP para debatir sobre la situación económica. El socialista Xaquín Fernández Leiceaga negó la necesidad de ese debate a un mes de la aprobación de los Presupuestos y vinculó la incertidumbre económica a la situación de Estados Unidos. El portavoz popular, Manuel Ruiz Rivas, acusó a socialistas y nacionalistas de ser meros espectadores. "Tendremos que pedir la comparecencia de Bush para no tener tanto frío como empiezan a tener muchas familias", ironizó.

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